Baja la producción...

La consultora ISS Markit difundió un informe observando la importante desaceleración en la producción de esquisto bituminoso de la cuenca de Permian. El estudio advierte que solo puede revertirse con el aumento de la actividad de perforación.

Durante dos años se testearon y recopilaron datos de 150.000 pozos en la cuenca norteamericana. Según la consultora, durante el año 2018 se registró una caída de la producción del orden del 34%, mientras que para el presente ejercicio, el impacto representa el 40%, una pérdida del orden de 1,5 millones de barriles/día.

El vicepresidente de la unidad de petróleo y gas no convencional de IHS, Raoul LeBlanc, señaló que “la tasa de producción ha disminuido drásticamente en la Cuenca Permian, y que se espera que las caídas continúen acelerándose”.

Tanto para las operadoras como para los inversores la actual situación plantea “un enorme desafío” ya que las primeras deberán mantener la producción estable y los segundos controlar la restricción de efectivos para contrarrestar los excesivos gastos operativos que demanda los No Convencionales.

Desde hace tiempo los profesionales comenzaron a debatir sobre la producción de los pozos convencionales versus los no convencionales. Según IHS los convencionales de Permian mostraron -históricamente- una disminución anual del orden del 13%; mientras que los fracturados -en etapas múltiples- y más jóvenes, mostraron caídas de hasta el 85% en el primer año.

¿Para que sirve conocer el comportamiento de Permian?

Desde el inicio del desarrollo de Vaca Muerta, tanto el gobierno provincial como las empresas operadoras, tomaron y adaptaron -en su mayoría- las estrategias operativas aplicadas en la cuenca de Permian.

Si bien el modelo en Neuquén es similar al norteamericano, y el actual conocimiento sobre la formación geológica le otorga a la provincia ventajas comparativas; la incertidumbre económica y política de los últimos seis meses desaceleró la inversión en este segmento de la industria.

En la actualidad, Vaca Muerta mantiene una tendencia levemente declinante propia de la formación. En estos años se detectó -al igual que Permian- que existe una competencia entre pozos maduros y jóvenes, producto de la técnica de fracturación más que del comportamiento de la propia formación.

El paralelismo entre Permian y Vaca Muerta es evidente, la drástica disminución de la producción de la primera conduce a suponer una considerable disminución en la producción de la segunda y por ende, la depreciación de los ingresos provinciales. Señales que sirven para advertir un escenario con altas probabilidades sino cambia el rumbo.