Cuando solo ven el vaso medio lleno y la realidad los enfrenta

Cuando la sociedad se hunde en el fango solo hay dos caminos. Generar anticuerpos para salir por sus propios medios o dejarse arrastrar. Al parecer, Neuquén y Vaca Muerta se enfrentan con esta realidad.

Por más que el gobernador Gutiérrez anuncie la licitación para julio de la construcción del gasoducto que permitirá unir Añelo con Salliqueló en la provincia de Buenos Aires, el resto de las noticias están enfocadas en el medio vaso vacío.

Riesgo país alto, inflación creciente, dólar por encima de la media de la banda son algunas de las noticias que llenaron los titulares de esta semana. Otras, como la baja de equipos que nadie salió a desmentir, el llamado urgente a una nueva conciliación obligatoria entre gremios petroleros y operadoras, el fallo en primera instancia a favor de los seis integrantes de la comunidad Campo Maripe y la condena de un año de presión en suspenso al jefe de equipo por la muerta de Mauricio Segura son otras “news” que reflejó la prensa.

Cada una de estas noticias se pueden leer de diferente manera. El llamado a conciliación obligatoria es una medida legal, pero también es usada políticamente para evitar que se termine el “blindaje”. Es verdad que este acuerdo beneficio a la industria en general, pero también hay que reconocer que el gremio cedió parte del poder ante las grandes empresas y el gobierno central.

El conflicto de tierras comunitarias sigue siendo una asignatura pendiente de distintos gobiernos. Primero fue una mesa, luego un relevamiento y ahora, un juicio por jurado que le devolvió a la administración Gutiérrez la falta de gestión en la Dirección de Tierra de la provincia. Una nueva vergüenza ante los capitales extranjeros que hoy no saben si conversar con Gutiérrez o con Campo Maripe.

Pero no todo termina allí. En la reunión del viernes en Olivos, donde participó Gutiérrez y Pereyra junto al Presidente Macri y empresarios petroleros se conversó sobre el Tren de Vaca Muerta. La fotografía dice mucho. Los gestos y posiciones confirman que no hubo acuerdos ni avances. Pero las operadoras entregaron su mensaje.

Se dice que en política vale más los silencios y los gestos que las palabras. En el último tiempo, guste o no, tanto el gobierno de Macri como el de Gutiérrez han tenido más gestos y silencios de las empresas que real apoyo.

El famoso proyecto del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, se esfumó este viernes en Olivos. La posibilidad de sextuplicar la carga de transporte a través de las ofertas que las empresas interesadas debían contratar, terminó en un fracaso. Para entender, las operadoras debían ofrecer una compra anticipada de 4 millones de toneladas de carga lo que hacía al proyecto trazable financieramente para los próximos 10 años.

La empresa petrolera más importante del país, dirigida por un hombre proveniente de las telecomunicaciones, ofertó 1,5 millones de toneladas; pero las otras siete operadoras dirigidas por hombres provenientes de la industria, solo sumaron 967 mil toneladas.

Otro dato llamativo fue las 500 mil toneladas que ofertó el Consorcio del Puerto de Bahía Blanca, las 300 mil toneladas de la constructora Frontera y 50 mil toneladas de Sea White. Es decir, empresas sin interés en el desarrollo de Vaca Muerta ofertaron 850 mil toneladas y las siete operadoras privadas solo llegaron a ofertar 967 mil toneladas. El mensaje fue claro.

No hay confianza en el país para un proyecto de esta envergadura. Pero si Vaca Muerta puede desarrollarse desde lo técnico y los representantes de la industria consideran que puede ser competitiva; ¿Por qué no se invierte en un proyecto (tren) que reduciría significativamente los costos de logística?

Es probable que para el empresario, sea más fácil continuar bajando el costo laboral a través del famoso blindaje gremial y renegociar nuevamente una política de “incentivos a la producción” con éste o el próximo gobierno central. Pero lo que si quedó claro es que ,en este estado de incertidumbre, ninguno de los actores de esa mesa arriesgará un nuevo centavo, aunque la provincia intente -por todos los medios- continuar viendo el medio vaso lleno.

Por Raúl Oscar Vila