Confirma el secuestro del buque petrolero en el estrecho de Ormuz

La especialista en temas energéticos, Tsvetana Paraskova, publicó ayer en el sitio Oil Price que la Armada de la Guardia de la Revolución Islámica (CGRI) secuestró el buque petrolero el pasado domingo en el estrecho de Ormuz.

Según el comunicado de la agencia de noticias iraní IRGC, “el barco fue capturado en una acción sorpresa el domingo pasado durante las operaciones de control y monitoreo de los barcos que cruzan el Golfo Pérsico…después de que se aseguró el CGRI que llevaba combustible de contrabando”.

El estrecho de Ormuz, sobre el cual Irán derribó recientemente un avión no tripulado de Estados Unidos, es considerado un punto estratégico para el tránsito de buques petroleros. El corredor, particularmente vulnerable y de vital importancia para el comercio petrolero, tiene una extensión de solo 50 kilómetros y es la comunicación marítima para los estados productores de petróleo del Golfo con los mercados de Asia, Europa y América del Norte.

Cabe aclarar que la declaración de Irán se produce días después que la corresponsal del Pentágono, Bárbara Starr, informara a última hora del lunes que “Estados Unidos cree cada vez más que el petrolero de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) podría haber sido forzado a ir a aguas iraníes por fuerzas navales del IRGC de Irán”.

Hasta el momento, Irán no ha revelado destalle sobre el petrolero incautado como nombre del buque, bandera o país propietario. El conflicto entre Irán y Reino Unido y las tensiones que existen entre Estados Unidos e Irán generaron una mayor presión en el punto estratégico de las rutas de navegación.

En el 2018 pasaron por el estrecho 21 millones de barriles de petróleo por día, lo que representa el 2% del consumo mundial y un tercio del petróleo total transportado a través de mar. A su vez, por esta zona transita un cuarto del gas natural licuado que se utiliza en el mundo.

Las tensiones han escalado que tanto las empresas productoras como los países compradores están evaluando alternativas para minimizar los riesgos económicos que generaría un conflicto en el estrecho de Ormuz. A tal punto se encuentra la situación que el Reino Unido ofreció la liberación del petrolero iraní detenido en Gibraltar por la Royal Marines, si Irán otorga garantías que el crudo cargado en ese barco no está destinado a Siria.

La situación es cada vez más incierta, y las respuestas de los principales estados son cada vez más duras y menos flexibles. El 76% del petróleo crudo transportado a través del estrecho de Ormuz tiene destino China, India, Japón y Corea del Sur. Es muy difícil encontrar rutas alternativas en términos de volumen, y las corporaciones internacionales has solicitado mantener el equilibrio del sistema para garantizar los suministros a los países compradores.