Nadie busca al docente desaparecido en Paso Córdoba

Para quienes no lo conocen, Pablo Iglesias fue el docente que logró que un colegio de Roca se transforme en el primero de Argentina en llevar el nombre de Quino, el brillante padre de Mafalda. Pero para los que si tuvieron contacto con él desde que llegó a la ciudad, era mucho más que eso. Por eso no sorprende ver a compañeros de trabajo y hasta alumnos caminar desesperados por la zona de Paso Córdoba, con la esperanza de encontrar una huella, un rastro, algo que les haga tirar a la basura la hipótesis de que se podría haber tirado al río desde el puente, donde ayer fue encontrado abandonado su auto.

Desde las primeras horas de luz solar, amigos, compañeros y alumnos se fueron juntando en la zona del club Náutico para organizar la búsqueda. Sorprendentemente, cerca de las 11 de la mañana se difundió un video en el que otros docentes denuncian que sólo ellos están buscándolo. Pasó toda la mañana sin que las fuerzas de seguridad movilicen sus recursos para poder dar con el paradero de Iglesias, desaparecido desde ayer a la mañana.

Los bomberos abandonaron el rastrillaje en el río, porque sería Prefectura la encargada de buscarlo. Pero no hay rastros de la fuerza Federal en la zona. Varios docentes que tienen kayacs están recorriendo el cauce desde Paso Córdoba hasta la zona conocida como Parque Bíblico cerca del Golf Club de Roca, aguas abajo. Tienen la esperanza de poder hallarlo con vida, aunque el tiempo transcurrido no juega a favor y eso sería casi un milagro si realmente se tiró desde el puente al agua.

Iglesias llegó hace un tiempo a Roca, antes estuvo en Huergo, donde cumplió sus últimas tareas de su época de sacerdote. Hasta allí había llegado trasladado y al tiempo conoció a una mujer, que posteriormente se transformó en su pareja y por la cual dejó los hábitos. Al docente también lo recuerdan en Colegio Marianista San Agustín, de 9 de Julio en la provincia de Buenos Aires donde fue compañero de Isaac Gómez un religioso que fue condenado por abusos reiterados dentro de la institución, de la que la comunidad eclesiástica nunca se hizo cargo y escondió todo tipo de pruebas.