Revisan la prisión preventiva del adiestrador trucho

A principios de diciembre, una comisión de la Policía de Mendoza llegó al domicilio del adiestrador Marcos Herrero y lo detuvo. La orden era de la Justicia de esa provincia, que lo acusó el lunes 6 de ese mes por falsa denuncia, falso testimonio, encubrimiento y usurpación de títulos y honores. El viedmense había sido contratado por la familia de Viviana Luna, una mujer desaparecida en Potrerillos en 2016. El abogado defensor pretende que lo beneficien con prisión preventiva o en el peor de los casos con prisión domiciliaria, pero no sería posible de mantenerse el pedido fiscal de mantenerlo detenido para que no continúa interfiriendo en la causa.

El juez Gonzalo Guiñazú  será el nuevo encargado de revisar la detención del adiestrador trucho y deberá resolver. En caso de coincidir con la jueza de Garantías Mariana Gardey, el perito contratado por la familia de la mujer desaparecida, agotará los recursos de queja y deberá esperar el juicio tras las rejas.

El fiscal de Homicidios, Gustavo Pirrello, durante la acusación argumentó que existe riesgo de fuga por tener contactos policiales y puede entorpecer la investigación. Durante los últimos días de diciembre, la jueza Gardey le dictó la prisión preventiva. Medida que apeló el abogado defensor Mauricio Cardello, pagado por el dinero de una colecta organizada por la familia del adiestrador. 

Herrero, quien se desempeñó algunos años como personal de maestranza en la Policía de Río Negro, antes de presentarse con sus perros en distintas causas mediáticas del todo el país, debe dar explicaciones de su accionar en la búsqueda de Luna en Potrerrillos. Hasta esa localidad mendocina llegó el adiestrador de Viedma el 19 de septiembre, y en su primera jornada en la zona donde desapareció la mujer en 2016, encontró huesos de un cráneo quemado y hasta una carta en la que se denunciaba la complicidad de varios personas de poder de la provincia vinculados con trata de personas.

La Justicia analizó los restos encontrados en un hotel abandonado por los perros del rionegrino, y se detectó que pertenecían a un hombre y el patrón genético era igual a los restos óseos encontrado s por el mismo adiestrador en una causa de Santa Cruz, en la que continúa desaparecida una empresaria hotelera Marcela López, de 61 años.  

Para complicar aún más la causa en la que se intenta determinar el accionar de Herrero en la búsqueda de la mujer mendocina, mientras la Policía de Mendoza allanaba el domicilio en Viedma, el día de su detención, una vecina denunció en el 911 que desde la casa del adiestrador habían tirado un bolso lleno de huesos. El fiscal entiende que intentó desprenderse de pruebas que permitirían demostrar que los huesos encontrados eran llevados por el perito de parte mientras hacía el rastrillaje.