Puerta 8: una invitación directa a la muerte

“Dale dale, dame la camilla, pónele oxígeno", gritaban desesperados en la puerta del hospital Hurlingham, en Buenos Aires, mientras bajaban de un vehículo a un joven totalmente desvanecido. Había consumido la droga envenenada. Pasaron 24 horas desde que se destapó la olla de una cruda realidad. Los pibes, los no tan pibes, los pobres, los adinerados, los de las villas, los de los barrios "chetos", cualquiera de ellos, consumen cocaína.

Pasado el mediodía de este miércoles 2 de febrero, la localidad de Tres de Febrero comenzó a "ingresar" a las viviendas y captar la atención de gran parte de la sociedad a través de móviles televisivos, después de que el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, llegara acompañado de efectivos policiales y allanaran el búnker de venta de drogas. Los familiares de las víctimas señalaron a este asentamiento, puntualmente a Puerta 8, como el lugar en el que se compró la droga que produjo los decesos. Los allanamientos empezaron en ese barrio humilde y siguieron en otros similares, casi todos a los costados del Camino del Buen Ayre.

Radiografía de Puerta 8: Un territorio abandonado a la buena de Dios.

Hace cinco años las drogas arrasaron el lugar. La pasta base, el “paco” que se fuma en pequeñas pipas de aluminio, trasformó a buena parte de los más jóvenes en “soldaditos” o “pajaritos”, que “cantan” al advertir la presencia de desconocidos en cercanía de los kioscos o búnkers desde los cuales los dealers venden estupefacientes; o se convirtieron en “zombis” que tropiezan y cae desvanecidos en las veredas. Hay casos en los que ocurren ambas situaciones.

En ese asentamiento viven menos de 200 familias que ocupan un radio de unas 20 manzanas. Tierras tomadas ubicadas en las inmediaciones de la CEAMSE, el lugar dónde se realiza la disposición final de los residuos de varios distritos del la provincia de Buenos Aires y de CABA.

Con el correr de las horas la cifra de muertos en distintos hospitales del conurbano ascendía y comenzaba a hacerse pública. "Cinco muertos y 10 internados, por consumir cocaína adulterada", era el titular principal en todos los medios de comunicación del país. A la hora, todo iba cambiando, la incertidumbre también. 

Puerta 8, en la jerga, en el ambiente del narcotráfico, en la policía, en la Justicia, no es algo nuevo, ya lo conocen desde hace tiempo. Los allanamientos allí son frecuentes por parte de los efectivos policiales desde el año 2017.

Una invitación directa a la muerte

Relatos que duelen

“Eran dos. Consumieron una hora. Después se subieron a la viejísima camioneta, se empezaron a sentir mal y entonces fueron al hospital. Uno llegó muerto. El otro, está en terapia intensiva con respirador”. “Consumió anoche, se acostó a dormir y hoy amaneció muerto”. “A esta hora de la tarde de este miércoles, estamos recibiendo en la guardia a personas que llegan casi muertas”. “Hay algunos que se sintieron mal, se quedaron en su casa y están muriendo en los domicilios”.

En la madrugada de hoy, fuentes provinciales revelaron que “hay muertos en la vía pública y no sabemos cuántos son”, es decir que el horror, el saldo macabro tardará en conocerse.

Hasta el momento se registran 20 fallecidos y 49 internados (llegaron a ser 74), en una intoxicación de cocaína con otra sustancia que no registra antecedentes en el país. Sin dudas una masacre blanca, que marcará al país, en estadísticas negras, dolorosas, de una problemática que nunca fue cortada de raíz.