Chocó y con una madera golpeó al otro conductor

Una frenada brusca del auto que va a adelante y la imposibilidad de frenar por parte de quien va atrás, es una escena que se repite a menudo en cualquier calle transitada del mundo. Y a la hora de evaluar responsabilidades, la culpabilidad es de quien circula por detrás por no respetar la distancia con el vehículo que lo precede. Pero lo que sucedió después en el centro de Bariloche, afortunadamente no sucede con frecuencia, es que el remisero que chocó desde atrás bajó de su camioneta con una madera y golpeó al otro conductor, quien debió defenderse con un matafuego.

El hecho sucedió ayer por la tarde en la calle O’Connor casi Rivadavia, por cuestiones relacionadas con el tránsito, el conductor de un Fiat Agro debió frenar de golpe. Por detrás, en el mismo sentido, circulaba un remisero en su camioneta Ford Ecosport, quien no pudo frenar a tiempo y alcanzó a impactar con la trompa el baúl del auto que estaba frenado adelante.

Hasta ahí se trataba de un choque común, sólo con daños materiales y algo que debían solucionar las compañías de seguros. Sin embargo el remisero tuvo una reacción absolutamente desmedida. Precisamente esto fue lo que quedó registrado por el teléfono celular de un peatón que al ver lo que sucedía grabó todo.

Envuelto en bronca y con la intención de responsabilizar al conductor del auto que circulaba por delante, el remisero se bajó de su camioneta con una madera en la mano. Sin dudas que la intención no era sólo reprocharle por la maniobra imprevista que terminó en el choque, sino que premeditó una agresión.

Las personas que caminaban por el lugar comenzaron a juntarse al escuchar los gritos y la discusión del remisero contra el hombre que manejaba el Fiat Agro. La situación fue ganando en violencia y el trabajador del volante comenzó a agredir al otro conductor, quien debió ingresar nuevamente a su auto, de donde sacó el matafuegos y se lo descargó en la cara al violento.

La Policía llegó a los pocos minutos y ambos conductores debieron dar explicaciones en la comisaría, a la que acudieron en sus propios autos, porque ninguno de los dos quedó imposibilitado de circular ante el daño menor que habían sufrido.