En su niñez fue violada por su tía, ahora la llevó a juicio

En sólo dos jornadas, deberá revivir 10 años de padecimientos. De cómo una tía le robó la inocencia durante su niñez. La que se sentó del lado derecho del estrado es Camila, hoy una mujer que pretende sanar. Que busca visibilizar lo que a ella tanto daño le causó.

La joven hoy tiene 28 años, pero lejos de dejar atrás el sometimiento que le arruinó más de la mitad de su vida, lo que pretende es reclamar por el abuso sexual sufrido durante años y que le causó múltiples inconvenientes, como por ejemplo trastornos en la conducta que derivaron en que tuviera que vivir en un hogar.

Pero un día Camila decidió contarlo. Buscó la manera de expresar algo que no sabía bien que era. El trabajo tuvo que ver con desenterrar recuerdos, abrir heridas que casi sin querer estaban cerradas superficialmente, pero que aún causaban daño.

Desde que era sólo una niña de 5 años y hasta los 15 fue víctima de los abusos sexuales que la sometía su tía. Precisamente ella, Erna Vidal Sandoval, está sentada en el banquillo de los acusados defendida por el defensor oficial Juan Pablo Chirinos.

Aunque pasaron los años, la Justicia consideró que habían pruebas suficiente para llevar el caso a juicio. Serán sólo dos audiencias y Sandoval puede ser condenada por abuso y corrupción, con el agravante de ser quien disponía de la guardia de la menor.

Para la querella la mujer desplegó acciones de contenido sexual, tendientes a depravar la conducta sexual de la menor de edad y de esta forma dañó su conformación psíquica para el desarrollo y evolución sexual.

Camila relató ante el tribunal lo que sufrió. Confió que la mujer que debía cuidarla no sólo le arruinó su infancia, sino la vida. La acusación es por abuso sexual con acceso carnal, agravado por su condición de guardadora de la menor, en un número indeterminado de veces que concursan de forma real entre sí, en concurso ideal con el delito de corrupción de menores agravado por la edad de la víctima; todo ello a título de autora. 

La joven describe lo que le tocó sufrir en Villa Regina como si estuviera frente a un “viejo verde”. Sandoval debía cuidarla mientras su mamá trabajaba y aprovechaba cada instante para someterla. Ella intentaba seducirla: “para mí era como el viejo verde que te busca todo el tiempo”.

Camila también se expresó en las redes, donde intentó canalizar todo lo que tenía dentro. Si bien inconscientemente había bloqueado muchos recuerdos, cuando murió su abuelo empezaron a aparecer cosas que la hacían sentir muy culpable: “me sentía cochina y sucia por haber estado con una mujer mayor, porque nunca lo había entendido como un abuso”.  

Si bien la Justicia es la que en definitiva decidirá si Sandoval es culpable y la puede sentenciar hasta 12 años de prisión, Camila entiende que al dar a conocer su caso puede comenzar a sanar y también servir para generar conciencia en otras víctimas.
Los abusos sufridos repercuten hasta hoy, además del daño vivido en su niñez, también tiene problemas en la actualidad. Hace unos años comenzó con problemas intrafamiliares que fueron el detonante para que se decida a hacer la denuncia y empezar a sanar todos esos años de abusos sexuales y padecimientos.