Murió uno de los delincuentes más reconocidos de la región. Se trata de Oscar Alberto “Mono” Cabral, quien en su prontuario cuenta con al menos cuatro muertos y fugas resonantes de las cárceles más importantes de la zona. Alejado de las rejas, su muerte fue de manera natural.
El "Mono" pasó gran parte de su vida preso, algunos memoriosos calculan que llegó a acumular unos 30 años tras las rejas. En ese ambiente, y por sus reconocidos hechos afuera, supo ganar fama y prestigio en los pabellones donde estuvo. Es más, varias veces encabezó huelgas y reclamos dentro de los establecimientos penitenciarios, en representación de toda la población carcelaria.
Cabral tenía 69 años y fue encontrado muerto durante la tarde del domingo en la zona norte de Roca. Su salud estaba afectada desde hace varios años, y si bien no tenía cuentas pendientes con la Justicia, siempre caía en sospecha ante determinados hechos a punta de pistola.
Su carrera en el mundo del hampa comenzó cuando era menor, aseguran que aún sin cumplir los 18 años, mató a un chacarero durante un robo, pero nunca pudo ser juzgado por eso. En las historias carcelarias aseguran que pasó una infancia terrible, sus padres lo ataban con una cadena junto a un perro en el patio.
Sin embargo a los 24, asesinó de un tiro en la frente a Otilia Arletta, fue durante un asalto en el almacén que la mujer tenía con su marido en Fernández Oro.
Pasó ocho años detenido hasta que se fugó de la ex U9 de Neuquén. Cuentan que se ganó la confianza de los penitenciarios, y un día mientras acomodaba la quinta de la cárcel, se escapó. Lo persiguieron pero zafó al arrojarse a las aguas del río y consiguió llegar hasta Cipolletti. Después, caminó por las vías hasta llegar a Allen. En esa ciudad fue reconocido por un custodio del Banco Nación y volvió a caer preso.
En 2001, protagonizó una fuga de película desde la vulnerable cárcel de Roca. Junto con otros 10 internos, el 22 de noviembre se escapó por un túnel de más de 7 metros de longitud. Pero luego de unos meses en la clandestinidad, fue capturado en la zona norte de Roca, tenía en su poder un revólver calibre 32, con el que cometía diferentes atracos para subsistir.
Luego de cumplir condena, volvió a las calles de Roca, y en 2011 estuvo al borde de la muerte al ser herido de gravedad durante un tiroteo en el que murió el reconocido narco Arturo "Koko" Quezada, dueño de la primera cocina de cocaína descubierta en la Patagonia.
Hace solo dos años, fue protagonista de una tremenda balacera en el barrio Quinta 25 de Roca, el Mono fue a cobrarse una vieja deuda y todo se fue de las manos. Un pibe de 14 años resultó herido de bala.