En una escena digna de serie policial, un grupo de al menos diez delincuentes vestidos con uniformes de la Policía Federal irrumpió el miércoles por la tarde en una casa de Maipú, Mendoza, y se llevó millones en efectivo, oro y armas. Lo que parecía un operativo oficial terminó siendo un golpe delictivo perfectamente orquestado por una banda con ramificaciones en el Alto Valle.
Según las víctimas del asalto, son dos hermanos de 20 y 28 años oriundos de Río Negro —con familiares de Neuquén—, los falsos agentes que ingresaron con armas largas, chalecos antibalas y un operativo falso que sembró el terror. La casa, ubicada en calle Serpa al 6700, fue tomada por asalto a plena luz del día: eran alrededor de las 17.30 cuando comenzó el infierno.
Un golpe quirúrgico: ¿cómo operaban?
El modus operandi fue meticuloso: uniformes falsificados de la Policía Federal, chalecos antibalas y armamento de alto calibre. Los diez delincuentes actuaron con precisión militar: ingresaron al domicilio como si se tratara de un allanamiento oficial, redujeron a las personas presentes y comenzaron a requisar la vivienda.
En cuestión de minutos se hicieron con una suma millonaria en efectivo (en pesos y dólares), al menos cuatro armas de fuego, municiones y un kilo de oro, valuado en más de 75 millones de pesos. Luego escaparon en al menos dos vehículos sin dejar rastros.
La magnitud del botín y la forma de actuar dejaron en claro que no se trataba de improvisados. Las autoridades ahora sospechan que la banda tiene base o conexiones en Neuquén y el Alto Valle rionegrino, una zona ya señalada en otras causas por robos sofisticados y bandas itinerantes.
¿Quiénes son los sospechosos?
Aunque todavía no hay detenidos, los investigadores ya pusieron la lupa sobre un grupo delictivo que estaría asentado en la región patagónica y que se desplaza por distintas provincias para cometer golpes "de precisión". El hecho de que las víctimas sean rionegrinos con lazos familiares en Neuquén refuerza esta hipótesis.
Además, el uso de uniformes oficiales falsos y logística tipo comando hace pensar que la banda contaba con información previa sobre la vivienda y sus ocupantes. La sospecha más fuerte es que no fue un robo al voleo, sino un asalto planificado con inteligencia previa y datos certeros.
Una modalidad que preocupa
El caso encendió las alarmas en la región cuyana, pero también en la Patagonia. El uso de uniformes policiales para simular operativos ya fue detectado en otras provincias, y esta modalidad representa un peligro doble: no solo por la violencia de los hechos, sino porque socava la confianza en las fuerzas de seguridad reales.
“Actuaron como si fueran policías, con toda la impunidad del uniforme. Es algo que impacta y genera mucho miedo”, aseguraron fuentes judiciales mendocinas.