Liam, el bebé de apenas un año y dos meses que fue víctima de un feroz ataque por parte de un pitbull en Cipolletti, sigue internado en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del hospital Francisco López Lima de Roca. En las últimas horas, su estado de salud requirió una nueva intervención quirúrgica para extraer una astilla ósea alojada en la zona craneal, una complicación que mantuvo en vilo a los especialistas. El perro fue trasladado a un refugio.
A pesar de la cirugía, su cuadro sigue siendo extremadamente delicado. Permanece con asistencia mecánica respiratoria, y los médicos advierten que su evolución es incierta debido a la gravedad de las lesiones. La fractura con hundimiento craneal bilateral, la hemorragia intracerebral y el riesgo de nuevas complicaciones mantienen su pronóstico reservado.
Los profesionales que lo atienden monitorean cada señal de su organismo, atentos a cualquier cambio que pueda marcar un avance -o un retroceso- en su recuperación. En este contexto, las próximas horas serán decisivas para evaluar su respuesta a los procedimientos médicos y definir los próximos pasos en su tratamiento.
Desde el hospital, la familia de Liam sigue de cerca cada parte médico, aferrándose a la esperanza mientras enfrenta un camino que aún no tiene certezas. En redes sociales, la comunidad ha comenzado a manifestar su solidaridad, enviando mensajes de apoyo y organizando cadenas de oración para el pequeño.
El hecho sucedió el jueves por la noche en una vivienda ubicada en el barrio Villarino, en Jorge Newbery y Arenales. Según indicaron vecinos del lugar, la madre del niño se había mudado recientemente para convivir con su pareja, dueño del animal. El perro, de raza pitbull, ya había mostrado signos de agresividad y, según fuentes del barrio, había protagonizado ataques previos a otros animales.
Por el hecho intervino la fiscalía de turno de Cipolletti y la Justicia ordenó que el perro sea capturado y trasladado al refugio de Zoonosis en la Isla Jordán. La dirección municipal quedó a cargo del animal, que permanecerá aislado mientras se define su destino.
Por ahora, la prioridad sigue siendo estabilizarlo, controlar la evolución de su estado neurológico y minimizar los riesgos que puedan comprometer aún más su recuperación.
Aunque el niño fue trasladado de urgencia al hospital Pedro Moguillansky de Cipolletti, luego se debió hacer un traslado sanitario con escolta policial hacia Roca, donde ingresó directamente a terapia intensiva con pronóstico reservado por su estado crítico. Allegados a la familia solicitaron a una cadena de oración.