Lo que debía ser una experiencia inolvidable en la Patagonia rionegrina terminó en un episodio frustrante para un turista brasileño. El visitante, que había llegado a Bariloche para disfrutar de la belleza natural de la región, regresó a su país con una sensación de impotencia tras ser víctima de un robo y enfrentar un sistema judicial que, lejos de ofrecer soluciones, lo dejó sin respuestas.
El viernes pasado, 13 de junio, desconocidos forzaron el baúl del Renault Logan de alquiler de Álvaro Figueredo y le robarob una mochila con dinero, documentos, medicación y su teléfono móvil. A pesar del desconcierto inicial, el turista logró rastrear la ubicación de sus pertenencias a través de una etiqueta de localización. Pero lo que parecía un hallazgo clave terminó en un callejón sin salida: la policía local se negó a actuar sin una orden de un juez, y dejaron la recuperación del bolso en manos de un sistema judicial burocrático que no pudo ofrecer soluciones rápidas.
Un obstáculo legal que favorece la impunidad
Según lo que le explicaron al turista, la geolocalización de dispositivos no es suficiente para justificar un allanamiento. Aunque la fiscalía elevó el pedido correspondiente, el poder judicial determinó que los datos obtenidos por el turista no eran prueba suficiente para autorizar la intervención. Mientras tanto, en todo momento los delincuentes conservaron las pertenencias robadas en una vivienda de la calle Monteverde al 1400, en jurisdicción de la Subcomisaría 80°, sin temor a una acción directa en su contra.
Al día siguiente del robo, Figueiredo regresó a la Comisaría 2° del Centro Cívico, donde hizo la denuncia, con la esperanza de una solución, pero la respuesta fue la misma. Con la ayuda de tres azafatas, intentó presionar para recuperar sus pertenencias, sin éxito. "La primera noche, vi a la policía reírse de mi situación", lamentó el turista. “Sé que los robos son comunes, pero la indiferencia no debería serlo”.
Antes de partir hacia Buenos Aires para gestionar un nuevo pasaporte en el consulado de Brasil, expresó su decepción ante la falta de acción. "Mi caso no es grave, pero era sencillo de resolver", afirmó.