El líder mapuche Facundo Jones Huala enfrenta días de encierro en la Unidad 6 del Servicio Penitenciario Federal en Rawson, en condiciones que su defensa califica como inhumanas. Aislado, sin acceso a ropa ni víveres, y con una alimentación deficiente, su situación generó una fuerte denuncia por parte de sus abogados, quienes sostienen que el aislamiento absoluto al que está sometido constituye una forma de tortura.
Jones Huala fue detenido en El Bolsón, interceptado por la Policía Federal tras una denuncia del Ministerio de Seguridad, que lo acusa de apología del crimen, asociación ilícita agravada e intimidación pública.
La captura se produjo en circunstancias polémicas: según su abogado Gustavo Franquet, no existía orden judicial al momento del arresto, y la autorización llegó cuatro horas después. Este hecho es uno de los principales argumentos en la predentación ante la Cámara Federal de Apelaciones de General Roca, con el objetivo de revertir la prisión preventiva de 90 días.
La defensa sostiene que el procedimiento estuvo plagado de irregularidades, desde la falta de garantías procesales hasta la retención de elementos básicos para su subsistencia dentro del penal. Además, denuncian que la orden de aislamiento total provino directamente del Ministerio de Seguridad de la Nación, lo que refuerza la hipótesis de una persecución política, llevada a la práctica por Patricia Bullrich.