En la tarde del martes, la comunidad del barrio Cumelén quedó conmocionada por el hallazgo de una mujer sin vida en la vereda de las calles Hilario Cuadros y Facundo Quiroga. La mujer, que se encontraba en situación de calle, fue encontrada por vecinos que la reconocían como alguien que deambulaba por la zona desde hace tiempo, buscando refugio en distintos lugares.
La identidad de la víctima fue confirmada por la policía horas después del hallazgo: se trataba de Fany Lucero, oriunda de Neuquén, conocida en la zona pero sin un lugar fijo donde vivir. No se pudo precisar su edad exacta, ya que no portaba documentación al momento del hallazgo. La fiscal Lucrecia Sola está a cargo de la investigación, que por ahora apunta a que la causa de la muerte fue natural.
La mujer era conocida por los vecinos del barrio, que ya estaban acostumbrados a verla y a compartir momentos con ella. Aunque claro, nada fue suficiente como para poder darle una vida digna.
Si bien no se encontraron signos de violencia ni indicios de criminalidad, las condiciones climáticas extremas que atraviesa la ciudad en este invierno son un factor clave para entender la tragedia. El intenso frío, la vulnerabilidad y la falta de un refugio seguro habrían provocado un cuadro de hipotermia, que terminó con la vida de Fany.
Este caso pone nuevamente en evidencia la grave situación que enfrentan las personas en situación de calle en Neuquén. A medida que las temperaturas caen, la exposición al frío extremo aumenta el riesgo de desenlaces fatales, especialmente para quienes no cuentan con una vivienda digna. La muerte de Fany no es un hecho aislado, sino un llamado urgente a redoblar esfuerzos para proteger a quienes más lo necesitan en esta época del año.
La comunidad y las autoridades locales deben trabajar coordinadamente para brindar respuestas concretas y evitar que esta realidad se siga repitiendo. Mientras tanto, el recuerdo de Fany Lucero se suma a la lista de víctimas de la indiferencia social.