Un prefecto retirado del Servicio Penitenciario Federal mató a un adolescente de 14 años que intentó asaltarlo en la puerta de su casa en El Palomar. El hecho ocurrió anoche sobre la calle Cacique Catriel al 600, entre Fluguerto y Mercedes Álvarez, a pocas cuadras del Hospital Posadas y del barrio Carlos Gardel, de donde era oriundo el fallecido.
La secuencia, que terminó con un menor muerto y momentos de extrema tensión en el vecindario, comenzó cuando la víctima del intento de robo, un hombre de 70 años, arribó a su domicilio a bordo de una camioneta Jeep Renegade. En ese momento fue interceptado por al menos tres delincuentes que se movilizaban en un Peugeot 208 blanco y lo abordaron en una maniobra rápida y violenta, típica del robo piraña.
Según su testimonio, dos de los atacantes portaban armas de fuego y lo amenazaron para sustraerle el vehículo. Ante la inminente agresión, el hombre extrajo su arma reglamentaria —que llevaba en la cintura— y disparó. Uno de los proyectiles impactó en el pecho de uno de los delincuentes, identificado posteriormente como Joel Benjamín Trovato, de 14 años.
El joven baleado intentó correr, pero cayó desplomado a pocos metros. Murió antes de recibir atención médica. Sus cómplices escaparon a bordo del auto en el que habían llegado, abandonándolo en el lugar.
Minutos después, cuando la Policía bonaerense y una ambulancia del SAME llegaron al lugar, constataron la muerte del adolescente. El prefecto retirado dio aviso al 911 inmediatamente después del enfrentamiento.
Intento de venganza y tensión en el barrio
La situación se volvió aún más delicada con la llegada de familiares, amigos y allegados del joven fallecido. Se congregaron en la zona más de cien personas, muchas de ellas con intenciones de venganza, lo que obligó a la intervención de cuatro grupos de la Guardia de Infantería para controlar los disturbios.
Entre quienes se acercaron estaba la madre del adolescente, quien se encuentra embarazada y debió ser asistida por personal médico debido a una descompensación, al igual que el padre del joven. Los momentos de mayor tensión se vivieron mientras esperaban el levantamiento del cuerpo, que finalmente se concretó tras la orden de la fiscalía.
La causa quedó en manos del fiscal Oscar Marcos, de la UFI N° 4 de Morón, quien hasta el momento no adoptó ninguna medida judicial contra el prefecto retirado, al considerar que habría actuado en legítima defensa.
El hecho reabre el debate sobre la inseguridad, el uso de armas por parte de civiles y la creciente participación de menores en hechos delictivos violentos. Mientras tanto, el barrio de El Palomar aún permanece conmocionado por el episodio.