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Viernes 27 de Junio, Neuquén, Argentina
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"Te reviento a cañazos”: los audios que muestran cómo Diego Fasce aterrorizaba a su ex antes de ser asesinado

La defensa de Francisco Castillo asegura que mató al ex de su sobrina luego de meses de amenazas y acoso a su ex y a toda la familia. La jueza no consideró la violencia de género como atenuante.

Viernes, 27 de junio de 2025 a las 18:47
Diego Fasce fue acribillado a balazos, un disparo en la cabeza le causó la muerte y luego recibió cuatro más cuando estaba en el piso.

El botón antipánico no fue suficiente. Tampoco lo fue la custodia policial, ni las múltiples denuncias penales que señalaban a Diego Fasce como un hombre violento, armado y completamente fuera de control. Esta semana, quedó demostrado que las medidas judiciales no alcanzaron para finalizar con la violencia y todo terminó con un crimen. Francisco Castillo, tío de la joven amenazada, lo mató de cinco tiros por la espalda en plena calle, a la salida de la Escuela 63 de Cinco Saltos. La Justicia lo acusó por homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y alevosía, un delito que prevé prisión perpetua sin tener en cuenta la violencia de género.

Luego de la acusación se filtraron audios con las amenazas de Fasce a su ex, la sobrina de Castillo. En uno de ellos se escucha al violento: "Te la voy a hacer re corta, te engancho y te rompo la cabeza a cañazos, te muelo a cañazos". En otro, más directo y demoledor: "El primero te lo voy a meter en toda la frente, vos sabés que me da".

Las amenazas iban dirigidas a su ex pareja -sobrina de Castillo aunque en un primer momento trascendió que era la hermana del asesino- con quien había terminado la relación en marzo. Desde entonces, la violencia se intensificó. El acoso, las violaciones de las restricciones de acercamiento, las intimidaciones y hasta la exhibición de armas fueron advertidas una y otra vez en la Justicia. Cinco violaciones a la perimetral constan en los registros judiciales, pero nada frenó a Fasce. Seguía libre, armado y cada vez más violento.

Tanta violencia terminó con un crimen

El miércoles pasado, poco después de las 17.30, en el horario de salida de los chicos del turno tarde, Fasce apareció junto a su Peugeot 408 en inmediaciones de la Escuela Primaria 63. Según la acusación, Castillo pasó, lo reconoció, se detuvo, bajó armado y lo ejecutó con un disparo en la cabeza. Luego, con Fasce en el piso, disparó cuatro veces más. En total fueron 8 detonaciones. La autopsia determinó que el proyectil que ingresó por el cráneo fue el que causó la muerte inmediata: "destrucción encefálica por proyectil de arma de fuego", reza el informe forense al que tuvo acceso Mejor Informado.

Diego Fasce mantenía amenazada a su ex, pese a las prohibiciones de acercamiento, le mandaba audios en los que aseguraba que la iba a matar.

Tras el crimen, Castillo no huyó. Recorrió las nueve cuadras hasta la Comisaría 7°, entregó la pistola 9 milímetros en la guardia y confesó entre lágrimas. La jueza Rita Lucia le dictó seis meses de prisión preventiva luego de acusarlo de homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y alevosía.

No coinciden los relatos de la fiscalía y de la defensa

Mientras la fiscalía sostiene que fue una ejecución premeditada, la defensa insiste en que no fue así. El abogado Michel Rischmann explicó que Castillo fue abordado por Fasce y, que durante una discusión y un forcejeo, le quitó el arma y disparó. “Era una persona extremadamente peligrosa, tenía armas en su casa, hostigaba a toda la familia y amenazó incluso con matarlos a todos. La violencia de género fue sostenida y grave, pero nadie hizo nada”, argumentó.

El abogado Michel Rischmann intentó atenuar la acusación con la sitaución de violnecia de género que vivía la familia del asesino.

Incluso aseguró que, tras el crimen, en la casa de Fasce secuestraron un arma de fuego, que podría ser la que utilizaba para amedrentar a la joven.

"La justicia no hizo nada. El Estado falló en proteger a una víctima de violencia de género y ahora tenemos a un muerto y a un hombre que podría ir preso de por vida", dijo el defensor. Para él, el caso debería encuadrarse en un estado de necesidad exculpante: "Castillo no actuó por odio o venganza. Lo hizo porque estaba convencido de que él o su sobrina iban a ser las próximas víctimas".

"Cinco violaciones a una perimetral y amenazas de muerte con armas de fuego… ¿Qué más tenía que pasar para que lo frenaran?", se preguntó ela abogado sobre una situación que se repite en una infinidad de caso, cuando las respuestas de la Justicia no alcanzan con una medida cautelar que impide el acercamiento entre el violento y su víctima.

 

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