Thomás Octavo tenía 17 años y regresaba de su viaje de egresados con fiebre, dolor y un cuerpo que ya no respondía. Durante más de 20 horas soportó el trayecto desde Bariloche a Buenos Aires en un micro, sin asistencia médica, acompañado solo por sus compañeros. Al día siguiente, murió en una clínica porteña por una infección que era tratable. Hoy, casi tres años después, la justicia imputó por homicidio culposo a cuatro personas.
La investigación apunta a graves omisiones en la atención médica, tanto en la ciudad turística como en su regreso a Buenos Aires, donde finalmente falleció el 25 de octubre de 2022. Entre los acusados figuran dos coordinadores de la empresa organizadora del viaje, una médica que lo atendió en Buenos Aires y un hombre que habría actuado como profesional sin matrícula en Bariloche.
La fiscalía sostiene que se ignoraron los síntomas evidentes del adolescente, se retrasó su atención médica y se lo hizo viajar más de 20 horas sin acompañamiento profesional.
Las pericias forenses concluyeron que la infección causada por la bacteria Streptococcus Pyogenes era tratable si se hubiese detectado a tiempo. Entre el 21 y el 24 de octubre existió una “ventana de oportunidad” para evitar el trágico desenlace. La médica de Buenos Aires también fue señalada por no realizar estudios básicos ni derivar a Thomás a un centro de mayor complejidad. Según el relato de la propia madre del joven, la doctora de Valentín Alsina explicó el cuadro del muchacho “por la joda que hay en Bariloche”.
El Juez de Garantías interviniente tuvo por formulados los hechos que presentó la fiscalía y por la calificación legal atribuida; homicidio culposo, conforme los artículos 45 y 84 del Código Penal. Habilitó la etapa penal preparatoria hasta el 27 de octubre de este año.