Julio César Salgado, uno de los tres adultos detenidos por el crimen de Julián Dobra de la Canal, fue beneficiado con prisión domiciliaria con monitoreo electrónico. La medida fue dispuesta por el juez de Garantías Julio Martínez Vivot, tras un acuerdo entre las partes. El pedido de la defensa se sostuvo en que una de las principales pistas de la fiscalía, una zapatilla y una huella en el lugar donde fue encontrado el cuerpo en la barda norte, no tienen coincidencia.
Salgado esta detenido desde el 9 de mayo. Había sido imputado por su presunta participación en el asesinato de Dobra, un joven profesor de Educación Física que apareció muerto en una zona de bardas, al norte de Roca. La causa generó una fuerte conmoción en la ciudad, no solo por la violencia del crimen, sino también por los detalles que se conocieron semanas después.
De acuerdo a los estudios forenses, la víctima agonizó durante dos o tres días dentro del baúl de su propio auto, un Suzuki Fun. Había sido herido de gravedad con un arma calibre 22 y tenía signos de haber sido golpeado brutalmente en la cabeza. También presentaba heridas en la parte baja de la espalda compatibles con haber permanecido inmóvil, en un espacio reducido, durante varias horas. Su cuerpo fue hallado el 30 de abril, casi irreconocible. Dos días después, su auto apareció incendiado en el Parque Industrial II.
Según la acusación de la jefa de fiscales Belén Calarco y el fiscal del caso Marcelo Ramos, la noche en que desapareció, el 17 de abril, Dobra había ido a visitar a uno de los acusados, supuestamente para venderle un electrodoméstico, aunque en realidad habría sido un trueque por droga. Esa noche, se encontró con Salgado, Leandro Navarro y Walter Méndez (los otros dos mayores detenidos). La hipótesis principal es que lo atacaron entre los tres y lo mantuvieron oculto hasta que murió, con la participación de dos menores, quienes debían hacer desaparecer el cuerpo.
Durante la audiencia de este martes, la defensa de Salgado, a cargo de Mariana Serra y Bruno Scala, pidió revisar la prisión preventiva. Argumentaron que una de las principales pruebas en su contra ya fue descartada: una zapatilla secuestrada en su domicilio fue analizada y no coincidieron con una huella hallada en el lugar donde apareció el cuerpo. Por eso, solicitaron que continúe el proceso en libertad, pero con control estricto.
La fiscalía, que hace dos meses estaba convencida de su participación en el hecho, aceptó el cambio. Aunque señalaron que aún faltan pericias importantes, sobre todo el análisis del celular de la víctima, que fue enviado a Brasil, y estudios de ADN. Consideraron que la medida es razonable mientras avanza la investigación. Lo mismo expresó la querella, representada por Oscar Pineda y Pablo Iribarren, que tampoco se opuso al beneficio.
En este marco, el juez autorizó la prisión domiciliaria, con monitoreo electrónico. Ordenó además la prohibición de salida de Roca y del país, y el impedimento de contacto con los familiares de Julián Dobra. De esta manera Salgado esperará el juicio en su casa, donde vive junto a su abuela y su sobrino. La medida se mantendrá hasta septiembre de 2025, salvo que haya incumplimientos o surjan nuevos elementos en la causa.
Aunque pasaron más de tres meses del crimen, el caso continúa generando impacto en la comunidad. Los detalles sobre la agonía de Julián, que se conocieron tiempo atrás, dejaron en evidencia la crueldad con la que fue asesinado. Ahora, se espera que los demás detenidos, Navarro y Méndez, además de dos menores a los que se les atribuye la tenencia del auto de Dobra hasta que apareció quemado y una comunicación de uno de ellos con su hermano, un narco preso en la U5, al que le solicitó ayuda para deshacerse del cuerpo.