Cien horas de prácticas les impide a 27 alumnos recibirse

Un grupo de estudiantes de Odontología de la Universidad Nacional de Rio Negro está preocupado por 100 horas de prácticas que les imposibilita a 27 alumnos recibirse. La situación empeoró en marzo cuando se decretó la cuarentena de coronavirus y las prácticas profesionales supervisadas quedaron suspendidas por tiempo indeterminado. 

El pedido de los alumnos al rector es dejar sin efecto ese requisito y así poder recibirse. Las prácticas con pacientes comenzaron en segundo año de la carrera, y ya contabilizan 1800 horas de trabajo de consultorio donde atendieron a niños, jóvenes y adultos y resolvieron todo tipo de complejidades. 

“Somos 27 estudiantes del último año de la carrera (quinto) a quienes se nos impide graduarnos” contó una de las alumnas a este medio y agregó que “el cuatrimestre del último año los alumnos deben cumplir con 200 horas profesionales supervisadas en cuatro modalidades: centros de salud mediante un convenio de Extensión, en investigación donde se desarrolla un trabajo académico, prácticas clínicas rurales o atención integral de alta complejidad” pero todo quedó interrumpido por las medidas frente al coronavirus. 

Debido a la suspensión, en marzo, de las actividades se les propuso un trabajo académico de investigación en formato de revisión bibliográfica que les llevó tres meses. Asimismo, se dictaron cuatro clases virtuales de “cómo atender en pandemia y todos los protocolos de bioseguridad”.

Lo cierto es que “de todo lo que hicimos desde marzo hasta junio nos contabilizaron solo 100 horas de las 200 y nos exigen que hagamos las 100 horas restantes presenciales entendiendo que la presencialidad será recién en 2021” agregó la alumna de odontología del último año de las prácticas profesionales supervisadas en Cambio de Aire. 

“Todo el tiempo se excusaron que la decisión de volver no está en sus manos (de la Universidad) sino que era una problemática a nivel nacional y que solo teníamos que esperar. Siempre tuvimos en cuenta que es una situación excepcional, pero decidimos mandar una nota a fines de junio preocupados por la situación de no poder terminar. Le enviamos a la directora de carrera como a la directora del hospital escuela de odontología, al rector, a la profesora encargada de la materia y nunca se nos dio una respuesta”.

Poco más de 7 meses de la suspensión de las prácticas, los alumnos propusieron que cada uno pueda terminar sus prácticas y que se realicen convenios tanto con el sector privado como el público en los lugares donde cada uno reside. Asimismo, “les propusimos hacer charlas de prevención y atención de la salud, poniéndonos a disposición del sistema de salud para lo que necesiten”. 

La respuesta al pedido no fue lo esperado por los estudiantes: “Recibimos una respuesta en octubre donde se informó que solo 8 alumnos iban a volver al hospital escuela de odontología, pero solo a los residentes de Allen. Se nos daba un contrato para firmar que se eximia de toda responsabilidad a la Universidad ya que decía que todos los daños hacia nosotros o a terceros corría por nuestra cuenta. En ningún momento la universidad nos respalda como alumnos que somos, pero tampoco se puede tramitar nuestro título”, cerró.