Infectados de miedo

La pandemia que hizo que el planeta entero haga un obligado stop y se enfrente a un virus, hasta el momento totalmente desconocido, no sólo por los simples terrestres, sino también por los más capacitados profesionales de la salud, hizo que haya miles de infectados y lamentablemente muertos.

Sin embargo, aquellos (que aún siguen siendo un alto porcentaje) de los "no contagiados" por ese desconocido "bicho del mal", los invade la ansiedad luego de 43 días de aislamiento social preventivo y obligatorio. Los primeros días sin comprender aún la magnitud, muchos colgaban no solo los cartelitos de "Quédate en casa, te cuidamos y nos cuidamos" en sus negocios, en sus redes sociales, sino también los más deportistas hacían sus rutinas en sus viviendas y los "anti deportes" comenzaban a conocer por primera vez que era un "mat" y arrancaron yoga vía virtual. Otros se convirtieron en chefs, panaderos, carpinteros, plomeros y demás. 

Pero los días pasan, la incertidumbre aumenta, la ansiedad del: ¿Cuándo se termina todo?, aparece. Y aquí hace su entrada un estado que algunos de a poco lo reconocen: Infectados de miedo. Inmediatamente uno lo asocia con lo negativo. Miedo a lo desconocido, sentir incluso pánico por cómo será la vida a partir de ese momento. Muchas veces, pensamos que sentir emociones negativas es malo, pero si no las sintiéramos, no podríamos valorar el resto de emociones.

Revertir el concepto y replantearse la realidad: ¿Seremos nosotros la pandemia, y el virus la cura?