Romina, desde Plottier a la misión SAOCOM, sin escalas

Romina Solorza es de Plottier y es parte de la misión SAOCOM (Satélite Argentino de Observación Con Microondas) de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). Es Licenciada en Geografía recibida en la Universidad Nacional del Comahue, y Magister en Aplicaciones de la Información Espacial (Universidad Nacional de Córdoba).

Antes trabajaba en el área petrolera, pero le surgió en el 2009 la posibilidad de concursar para una beca que ofrecía la CONAE y especializarse en Italia, después se postuló para la maestría en la que se formó en el tratamiento de la información satelital de la tecnología de radar.

Desde el 2012 se desempeña en la CONAE en la Gerencia de Observación de la tierra para la misión SAOCOM. Romina contó en 24/7 Canal de Noticias que está disfrutando el lanzamiento del SAOCOM-1B ya con más experiencia “y un poco más relajada” por la experiencia ganada con el SAOCOM-1A lanzado en octubre de 2018.

Con entusiasmo explicó que el objetivo principal de esta misión es capturar lo que es el mapa de humedad del suelo sobre la pampa húmeda, “por la potencialidad que tiene la técnica de observar en microondas, eso hace que haya potencialidad para la estimación de humedad contenida en el suelo, que no es lo mismo que el agua libre”.

Pero más allá de ese producto hay muchas aplicaciones para el agro, se pueden prevenir enfermedades en cultivos, y en el aérea de emergencias se potenciarán las observaciones con el SAOCOM, porque además de ser una constelación de dos satélites argentinos, forma parte del proyecto SIASDE (Sistema Ítalo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencia) que es una constelación de SAOCOM más cuatro satélites que ya están en órbita.

Las emergencias ambientales, inundaciones, erupciones volcánicas, deslizamientos de tierras serán el fuerte de estudio de esta constelación, afirmó Romina e indicó que los productos del satélite tardan entre 6 y 8 meses en calibrarse.

Más allá de la experiencia, sintió ansiedad en esta oportunidad, porque lo más crítico del lanzamiento, según detalló, es el despliegue de la antena de radar, diseñada en Córdoba, que tiene 35 metros cuadrados y 7 paneles “esa antena iba toda plegada en la cofia y abrir cada uno de esos paneles, que se hace de manera progresiva es una fase muy crítica, si uno de esos no se abre el satélite se pierde”. Afortunadamente salió tal cual lo esperado por estos 800 argentinos que forman parte de su desarrollo, argentinos entre los que se encuentra ella, la neuquina Romina Solorza.

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