Motos en manada se ríen de la policía en Neuquén

Los motoqueros, profesionales o aficionados, tienen una costumbre en Neuquén: usar sus máquinas durante la madrugada, en grupos de decenas de personas, para desfilar por la avenida Olascoaga, hacia y desde el río Limay. Producen un ruido infernal, no apto para los vecinos que viven sobre esa calle o cercanos a ellas, y que a esas horas suelen estar descansando, porque, muchos de ellos, tienen que ir a trabajar temprano.

Las motos van y vienen sin restricciones. Incluso pasan por delante de la comisaría Segunda, sin ningún tipo de pudor ni cambio de comportamiento de parte de sus conductores. Al contrario, parece que lo hicieran adrede para manifestar que son ellos quienes van ganando esta aparente pulseada entre las disposiciones de tránsitos, ruidos molestos, etc. que forman parte del manual de disposiciones urbanas en la capital neuquina.

En el último gobierno de Horacio Quiroga, el tema se puso sobre el tapete y el Municipio adoptó algunas medidas de restricción excepcionales. Controles, prohibiciones, que fueron vencidos por la persistencia motoquera, superior, evidentemente, a la que aplica el oxidado Estado neuquino.

Ahora están desatados, como se ve en el video que acompaña a esta nota.