El lunes pasado se resolvió qué hacer con las elecciones en la cooperativa CALF, cuyos directivos venían con mandato prorrogado por la pandemia; ese día, se resolvió que esas elecciones fueran el 11 de abril, por lo que se constituyen en el primer acto eleccionario en Neuquén, y puesta en marcha acelerada de un proceso que está profundamente vinculado con la política en general del distrito.
La convocatoria a elecciones ya fue publicada en el boletín oficial, y en los medios en los que habitualmente publicita la cooperativa. Está previsto que el 26 de este mes se cierre el padrón, que el 31 venza el plazo para la presentación de listas, y que el 2 de abril se oficialicen para la competencia. Habrá un cierre de «padrón complementario», también contemplado, y será el 8 de abril.
Así, el distrito capitalino tendrá elecciones, en un ámbito (acotado a los socios de la entidad) que sirve de globo de ensayo para alianzas, uniones y conveniencias: la cooperativa siempre ha oscilado entre su rasgo netamente político y el empresario al que se debe como empresa privada bajo el régimen tan singular de las cooperativas en Argentina. En el medio de este proceso, está el que en paralelo sigue limando diferencias entre el poder concedente, el municipio gobernado por Mariano Gaido, y el concesionario, la cooperativa presidida por Carlos Ciapponi.