El gran pez que vive en el Parque Central hace un año

Si alguien conserva algún tipo de duda sobre las capacidades de resistencia y adaptabilidad de las carpas, debería despejarla. Al menos eso es lo que parece sugerir el ejemplar que acaba de cumplir su primer año de residencia en el Parque Central de la ciudad de Neuquén.

Entre enero y febrero de 2020 alguien -se entiende, un pescador- introdujo un par de ejemplares en una de las fuentes de ese paseo (la que está cerca de los Arcos Romanos). Luego, hacia mediados de ese primer año de pandemia, las trasladaron a la fuente que se ubica a metros de La Rioja y San Martín.

Fue ahí donde un vecino, asiduo concurrente al paseo, captó -esta semana- la imagen y el video que hizo llegar a la redacción. “Al menos una de ellas, todavía está ahí, vivita y nadando”, comentó. “Es la misma”, respondió frente a las suspicacias de que podría tratarse de otro ejemplar.

Este pez de tamaño portentoso y que se dejar ver al nadar muy cerca de la superficie, ya es un atractivo; en especial para los niños que, incluso, hasta les arrojan galletitas.

Si bien la pesca de carpas tiene cada vez más adeptos en la región, estos peces son poco menos que denostados por quienes se autodenominan expertos. Las carpas son peces invasivos a los que se les endilga condición de “plaga”, tanto en el Limay y el Neuquén como en otros cursos de agua del país.

Su gran capacidad de adaptabilidad a las dimensiones de una fuente en la que no tiene alimento (salvo que se lo arrojen), quizá de crédito de ello.