FÓSILES

La otra historia de Zapala

Por su particular ubicación geográfica, la ciudad de Zapala constituye un auténtico portal al pasado más lejano de nuestro territorio provincial.
domingo, 9 de octubre de 2022 · 12:39

(De Más Neuquén).- Quien atraviese la comarca zapalina comenzará a transitar por una amplia diversidad de paisajes cuyas rocas nos remiten a un complejo y extraordinario pasado geológico, formando así nuestro recorrido en un verdadero viaje a través del tiempo.

A escasos kilómetros al oeste de la urbe zapalina, un vistoso complejo rocoso originado entre los 180 y los 90 millones de años conforman las primeras estribaciones del frente andino.

Estas rocas situadas normalmente en subsuelo, a miles metros de profundidad, fueron deformadas y elevadas a superficie como resultado de la colisión de la placa Pacífica con el continente sudamericano. Evidencias de antiguos fondos marinos, playas, deltas, ríos, bosques y desiertos, han quedado plasmadas en los sucesivos estratos rocosos.

De estos sedimentos proviene la riqueza fosilífera de la región. Gran diversidad de invertebrados, peces y reptiles marinos nos remiten a los tiempos en que las aguas del océano Pacífico cubrían nuestro territorio, ingresando y retrocediendo en sucesivas ocasiones a lo largo de la era mesozoica.

Durante los intervalos de continentalización, diferentes grupos de dinosaurios poblaron los más diversos hábitats, ocupando desde frondosas zonas boscosas a áridas regiones tapizadas por dunas eólicas.

Origen

Son estos mismos depósitos los que originan los principales yacimientos mineros del área, cuya explotación ha sido desde sus orígenes un pilar importante en la economía de la localidad.

Promediando el período cretácico la cordillera comenzó a erigirse, provocando la retirada definitiva del océano Pacífico.

Hacia los 70 millones años y en las postrimerías del reinado de los dinosaurios, bruscos acontecimientos geológicos hacen que nuevamente el suelo zapalino se vea invadido por el mar. No obstante esta vez las aguas invasores provinieron del Este, a través del ese entonces joven océano Atlántico. Ostras, corales y otros pequeños restos fósiles son hallados en los actuales mallines de la región, oficiando como mudos testigos de lo que fuera aquel remoto fondo marino.

Junto al albor del dominio de los mamíferos en la Tierra, bruscos acontecimientos diastróficos (en sentido vertical, formadores de montañas) van modelando poco a poco nuestra actual cordillera andina.

Paralelamente, comienza a dominar en la región una etapa de intenso volcanismo, el cual de forma intermitente ha perdurado hasta nuestros días. Este proceso es el responsable de la formación de los pequeños cuerpos volcánicos y antiguos flujos de lava que circundan a la ciudad, cuyas edades oscilan ampliamente entre los 100.000 años y los 24 millones de años.

Producto directo de estos acontecimientos son los depósitos de ceniza volcánica ubicados al sureste de Zapala, cuya edad se remonta a los 22 millones de años.

Una amplia variedad de mamíferos y troncos petrificados provenientes de estos niveles, nos refieren un escenario paisajístico muy distinto del actual.

Para ese entonces, la región se componía de amplios valles fluviales cubiertos de una frondosa vegetación, creando el ámbito propicio para el desarrollo de la fauna. Gliptodontes primitivos, bestias fascinantes similares a jabalíes con colmillos de hasta 35 cm de longitud, e incluso monos, habitaban junto a otros animales este antiguo paisaje zapalino.

Millones de años

Transitando los 15 millones de años la cordillera atraviesa por una etapa de franca elevación, proceso que induce a la obstaculización definitiva del ingreso de aire húmedo desde el Oeste.

Este último factor generó un drástico deterioro ambiental en toda la región, materializándose a través de una creciente aridización del paisaje y cuyas evidencias se observan en los depósitos rocosos que conforman el propio sustrato sobre el que asienta la ciudad. Paradójicamente, estos sedimentos originados en ambientes áridos son los que contienen actualmente al acuífero Zapala, la reserva de agua subterránea más importante de la provincia del Neuquén.

Volcanismo y fluctuantes períodos de aridez dominan los últimos millones de años de la historia zapalina, sólo interrumpida esporádicamente por corrientes fluvioglaciales provenientes de la cordillera andina durante la denominada edad de hielo.

De los depósitos aterrazados se han recuperados restos de megaterios y otros restos de grandes mamíferos. Su presencia nos indica que la rica megafauna fósil tan común en llanura pampeana habitó también la tierra zapalina hace tan sólo 11.000 años atrás.

Ciertamente Zapala y sus alrededores son dueños privilegiados de un escenario geológico único. Su historia y su riqueza están impresas en las rocas y sus paisajes, a disposición del visitante interesado en aprender y desentrañar los secretos más íntimos de nuestra Tierra.

Conocerla, apreciarla y conservarla sólo depende de nosotros.

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