“Los genitales no definen la identidad de género de nadie”

Verónica Allaria, integrante de la Asociación Civil Gaia-Nueva Crianza, analizó las realidades de las infancias trans en la región y mencionó que “los genitales no definen la identidad de género de nadie”. En su diálogo con AM 550, la activista mencionó el caso de su hija y los prejuicios con los que debió lidiar para cambiar su identidad de género.

Allaria explicó que los prejuicios respecto a la identidad de género empiezan desde el embarazo y que “una vez que sabés los genitales del bebé, empezás a comprar las cosas de un determinado color, por ejemplo. Pero los genitales no definen la identidad de género de nadie”. Aunque el recibimiento de una nueva persona en el hogar implica un espacio de amor, el momento está atravesado “por un mandato de binarismo de lo que implica ser mujer o varón, aunque en el momento no te des cuenta”.

Por otra parte, la integrante de la Asociación Civil relató su propia experiencia con su hija Serena, que fue concebida como un varón al momento de su nacimiento: “Cuando nació entendíamos que era varón y por eso elegimos un nombre de niño. Pero después de los dos años elegía juguetes que en ese momento considerábamos de nena y nos contaba que de grande iba a ser bailarina”, narró.

En su comunicación con el programa radial Mejor de Tarde, Allaria mencionó que al principio acompañaba a su hija creyendo que era un juego y que creía "que en su adultez, sería un hombre gay". "No entendíamos nada, confundíamos su identidad de género con su orientación sexual, algo que ocurre mucho después en las personas”, expresó. 

“Cuando nació entendíamos que era varón y por eso elegimos un nombre de niño. Pero después de los dos años elegía juguetes que en ese momento considerábamos de nena y nos contaba que de grande iba a ser bailarina”

Finalmente, el relato de la madre de unas de las primeras niñas trans en Argentina generó un cambio sustancial en la mirada de Verónica y toda la familia de Serena, que hasta ese momento era considerado un niño. “Cuando escuchamos a la mamá de la primera niña trans, que pudo hacer su cambio registral a los 6 años gracias a la Ley de Identidad de Género, nos dimos cuenta de que lo que relataba era lo que nos pasaba en casa. Hablamos con Serena y nos dijo que era una nena y que hacía años que nos lo decía”, relató.

“Luego de un arduo trabajo con distintas áreas, Serena pudo hacer su cambio registral. Esto fue un gran trabajo porque se empezó a gestar política pública con un protocolo para cambios registrales de niñes trans. Éramos el segundo caso en Neuquén”, narró Allaria.

Por último, la activista remarcó el momento bisagra que se está viviendo con el reconocimiento de los derechos de las infancias trans y sostuvo que “los prejuicios surgen generalmente de personas adultas que tienen la mentalidad de otro momento, pero el género está constituido de constructos sociales que por suerte pueden ser desarmados y rearmados”.