Sauzal Bonito, entre los sismos y el vandalismo

La localidad neuquina de Sauzal Bonito ha cobrado notoriedad a partir de una serie de hechos indeseados: los movimientos sísmicos que agrietan paredes y que, por supuesto, generan miedo y preocupación. Para evaluar la situación y descubrir el origen de esas adversidades, la provincia y el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres) comenzaron a construir la base para la instalación de sismógrafos, pero esas instalaciones fueron vandalizadas y robadas.

Tal es así que en un ataque perpetrado el jueves último, los ladrones se llevaron parte del alambrado perimetral, rompieron los candados de la puerta de ingreso y dañaron la bóveda donde se iba a ubicar el sismógrafo.

Las cosas van de mal en peor ¿Sorprende? Lamentablemente no; no sólo porque es la segunda vez que pasa en esa zona, sino también porque el robo y el vandalismo se expande cual peste a lo largo y ancho de la geografía nacional. El primero de estos ataques tuvo lugar el 21 de febrero, cuando -en una de las estaciones de tipo temporal ubicada en Sierra Barrosa- destrozaron las estructuras, se llevaron los paneles solares, también las baterías, los reguladores de carga solar y otros elementos.

No sólo dejaron fuera de servicio a la estación, sino que también dañaron el instrumental sismológico que quedó lisa y llanamente inutilizable y sin posibilidades de reparación. El gobierno provincial y el Inpres pidieron que estos daños no se repitan. ¿Serán escuchados?