TRÁGEDIA EN BARILOCHE
Quién era y de qué murió el operario del Cerro Catedral
Hacía 18 años trabajaba como jefe de mantenimiento de una de las telesillas del centro de esquí y falleció tras un accidente.
Germán Daniel Cofián de 47 años, era operario en el cerro Catedral de Bariloche, el sábado falleció producto de un accidente. A pedido de la fiscal Silvia Paolini, durante este domingo se realizó la autopsia a cargo de profesionales del Cuerpo Médico Forense que determinó que la muerte ocurrió como consecuencia de una grave hemorragia externa provocada por la pérdida de una extremidad.
El hombre vivía en una zona conocida como la barda del Arrayanes en Bariloche y el sábado alrededor de las 8.45, mientras realizaba sus labores de mantenimiento en la telesilla Condor II, un cable de acero en una polea se soltó, produjo un corte en la pierna de Cofián y le causó en pocos minutos un shock hipovolémico.
En el momento del accidente, el operario se encontraba arreglando un desperfecto eléctrico, cuando se activó por causas que aún se investigan la telesilla y la polea de retorno atrapó a Cofián.
A pesar que la autopsia se llevó a cabo y la fiscalía pudo determinar el causal de su deceso, aún continúan la investigación y se espera que testigos y compañeros que se encontraban en el momento del accidente, aporten más datos.
La fiscalía confirmó que el cuerpo fue entregado a sus familiares y que el velatorio se llevará a cabo en una iglesia evangélica de Arrayanes. Por su muerte, el centro de esquí permanecerá cerrado hasta nuevo aviso.
Cofián había ingresado a trabajar en Catedral en 2004 como operario de medios de elevación y hacía 16 años que contaba con las mismas responsabilidades. Era jefe del sector y entre sus funciones cotidianas estaba el mantenimiento preventivo y la puesta en marcha del sector. Un puesto clave en temporada alta de esquí y vacaciones de invierno.
Tenía hijos, estaba separado y una de sus pasiones era jugar al futbol. Sus allegados lo describen como familiero, buen vecino y una persona de perfil bajo.
Viviana Nahum Price, trabajó durante 17 años con Cofián y contó a un medio que “todas las mañanas esperaba a sus compañeros con un mate y disfrutaba de comer un asadito. Era humilde, metódico, meticuloso, responsable y muy trabajador. Siempre te recibía con buena energía y preparado para iniciar la aventura. Cargaba una mochila llena de herramientas”.
