La exjueza de faltas fue encontrada culpable de desviar el cobro de multas

La exjueza de Faltas de Zapala, María Delia Sánchez, fue condenada por cobrar multas municipales de manera ilegal y desviar fondos al estudio del abogado Claudio Brusco. Este lunes, por unanimidad el tribunal integrado por la jueza Carolina González y los jueces Marco Lupica Cristo y Maximiliano Bagnat, le adjudicaron de realizar maniobras que no le correspondían.

De esta forma, Sánchez, fue declarada responsable de uno de los delitos por los que fue llevada a juicio: abuso de autoridad, por no haber tramitado dentro de la esfera administrativa. En cambio, la absolvieron de la imputación de peculado, por el que la habían acusado la fiscal jefa y la fiscal del caso, Laura Pizzipaulo. Por su parte, a Brusco se le imputó haber recibido esas multas, sabiendo que no era el trámite que correspondía y que él conocía por su pasado como funcionario del área específica en el Municipio.

La defensa de los dos imputados hicieron reserva de impugnación, mientras que la fiscal jefa Sandra González Taboada manifestó que esperará la difusión de la sentencia completa antes de tomar una decisión. Pero consideraron probado que tanto la ex jueza de faltas como el abogado conocían el trámite correcto para la ejecución de las multas, con la intervención obligada de la fiscalía administrativa de la Municipalidad.

Los jueces entendieron, que la exjueza de faltas, tuvo abuso de autoridad  en carácter de delito continuado y que no se trató de siete casos distintos. Al abogado particular, lo declararon responsable por encubrimiento por receptación dolosa, pero lo absolvieron del delito de usurpación de autoridad.

Según el Tribunal, Sánchez sabía que estaba obligada por la Carta Orgánica Municipal a enviarle todas las multas impagas a la fiscalía administrativa, pero se justificó con la jueza González, manifestando que las multas fueron entregadas directamente a Brusco porque “sabía que con esta forma de proceder estaba concretando una práctica contraria a la Carta Orgánica Municipal”.

Brusco en el 2012, era empleado de la fiscalía y tenía un poder  para representar a la municipalidad que le había otorgado el exintendente Edgardo Sapag en 1995. Además, había solicitado al entonces juez de Faltas Rubén Bortolatto que le remita todas las multas pendientes de cobro, porque a partir de ese día, el organismo se haría cargo de ejecutarlas.

Por eso, según el veredicto del tribunal, el abogado no podía desconocer que era irregular que la jueza de Faltas Sánchez le remitiera a él directamente las multas sin pasar por la fiscalía administrativa.