En comunicación con Radio Mitre Patagonia, el abogado defensor Juan Manuel Coto, denunció que las pruebas no son concluyentes para imputar a su defendido, Parra, vecino de la víctima. La fiscalía planteó que el único acusado estaba obsesionado con ella, quería formalizar una relación y ella había arrancado una historia con otro joven. Como evidencia central, se encuentra un trozo de tela que se hallaba en el domicilio de la víctima con ADN de Parra. No así, el ADN encontrado en las uñas de Agustina.
"El ADN debajo de las uñas de Agustina no es de Parra, sino de la persona que creemos que la asesinó. Hay un pedazo de tela que sí tiene su ADN, pero esto se debe a que Parra participó como testigo del procedimiento", explicó Coto. "El paño no fue tocado ni por la policía ni por Parra, sin embargo, tiene ADN del acusado y un efectivo policial. Nosotros tenemos un informe que asegura el único en tocar ese trozo de tela fue un policía con guantes de latex", agregó el letrado. Al parecer, se trataría de un caso de contaminación de pruebas.
En cuanto al avance general del proceso, Coto explicó: "Por el volumen que tiene la causa (186 testigos en total), las discusiones de prolongan mucho y, si bien la audiencia ya inició, aún no finalizó. El día viernes tenemos fijada una nueva audiencia para continuar las discusiones"
La defensa busca encuadrar el femicidio de Agustina como un hecho de inseguridad, un crimen en ocasión de robo. Agustina fue atacada el 2 de julio del año pasado y los golpes en su cabeza le causaron muerte cerebral. La Justicia rionegrina estuvo perdida durante meses y hasta presentó un identikit del presunto autor. Pero en diciembre, una prueba de ADN a un minúsculo trozo de tela cambió todo.
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