Una rata entró a Casa de Gobierno y no era un político

El hastío de la gente por la política y los políticos no es nuevo. Los grandes encuestadores y asesores en imagen de los gobernantes coinciden en que la aparición de dirigentes genera algo malo en el estado anímico de las personas. Claro que nada de esto es gratuito, muchos se ganaron esta reacción en la gente, que rechaza todo lo que viene de ese sector que muchos asocian con la corrupción y la mentira.

Sólo con hacer una prueba, si cualquier consultor sale por las calles de Argentina a preguntar de tal o cual político, muchas veces encontrará como respuesta que son unas ratas. Y utilizan la imagen del roedor para calificar a una persona que anda en la mugre, buscando que comer entre la basura, un animal rastrero, sin demasiados principios más que los de sobrevivir a costa de los demás.

Si bien muchos políticos se han sabido ganar esa calificación por sus actos, el ingreso de una rata a la Casa de Gobierno no tiene nada que ver con esta definición sobre quienes nos gobiernan.

De toda maneras no deja de resultar llamativo como a plena luz del día, desafiando la ola de calor que invade a todo el país, pero tomando recaudos en cuanto a no poner en peligro su vida, una rata (roedor) intentó desesperadamente buscar refugio en un edificio público.

El hecho fue registrado con un teléfono celular y publicado por la cuenta de Twitter @emilioris, perteneciente a Emilio Risoli, un reconocido colega de Viedma, quien se encontró con la pequeña lauchita. En el video se puede ver como, para no ser víctima de un pesado calzado o alguna escoba, la rata corrió de manera ágil por el borde de la vereda, contra la pared en búsqueda de la puerta de entrada de la Casa de Gobierno sobre calle Laprida al 212 de Viedma. 

Pero el ingreso no fue tan fácil como el pequeño roedor pretendía, es que al llegar a la entrada, donde habitualmente hay personal de seguridad, en vez de un frío borcego policial, se encontró con una maceta, la que debió esquivar. Ya en el hall de entrada, sobre los tradicionales cerámicos cuadriculados negros y blancos, la rata debió tomar una rápida decisión.

Ante la incertidumbre optó por la puerta de la derecha, buscó entrar por la hendija, pero fue imposible. La hermeticidad de esa entrada llamó la atención. Claramente desesperada, luego de intentar por todo el ancho de la puerta, el roedor debió abortar el escape hacia ese lugar. Aterrorizada, porque a esta altura comenzaban a aparecer los primeros gritos de desesperación del personal administrativo, la rata se escondió de manera sigilosa detrás de una enorme maseta que adorna el ingreso principal de la puerta interior de la Secretaría Privada de la gobernación.

El video se corta de manera abrupta, cuando una de las puertas se abre y parece dejarle camino libre a la lauchita para que pueda salvar su vida de una muerte casi segura. Se desconoce si la persona que salía del edificio cerró rápido la puerta o le brindo su apoyo incondicional para que el roedor pueda encontrar el refugio que buscaba. De todas maneras y lejos de caer en la comparación fácil, una opción válida es pensar que la rata pudo zafar de la situación de peligro al pasar desapercibida en un edificio acostumbrado a albergar una gran cantidad de especímenes que generan tanto asco.