El desalojo de unas veinte personas en situación de calle, llevado adelante el martes pasado sobre la calle Pedro Mazzoni en el centro de la ciudad, donde se habían instalado, trajo algo de alivio a los vecinos de la zona ante la situación de inseguridad por robos y disturbios con la que vivían a diario.
El martes, efectivos policiales y agentes municipales realizaron el desalojo de las personas que ocupaban desde hacía varios meses ese espacio público ubicado en Mazzoni y Winter. Esta situación que se prolongó en el tiempo provocó diversas consecuencias en los vecinos a punto tal que algunos decidieron tomar "medidas extremas" para proteger a sus familias, incluso mudarse frente a la desesperación. "Viví dos meses de mucho estrés y no aguantaba más", confesó un vecino consultado por Mejor Informado que antes del desalojo logró encontrar una casa para alquilar a varias cuadras de distancia del lugar que era ocupado por estas personas.
Contó que las denuncias que radicó ante la Policía nunca obtuvieron respuesta. Expresó que el domingo pasado, cerca de las 22,30, volvía junto a su familia y al ingresar a su vivienda, "tres personas entraron detrás nuestro".
Detalló que otros vecinos también habían sido victimas de constantes robos y situaciones de mucha violencia por parte de estas personas. "Esta gente empezó a hacer desastres en el barrio", describió. Además, explicó que circulaban por los techos de las casas cercanas donde estaban alojados "al salir los vecinos, los chiflaban y amenazaban desde las alturas".