En la vida hay gestos que no van ni pueden cambiar el mundo pero de lo que no hay dudas es que literalmente pueden cambiar el mundo de las personas, aunque sea por un instante. En este sentido el tristemente fallecido Papa Francisco alguna vez supo remarcar la importancia fundamental del amor al prójimo. Al respecto lo consideró “un reflejo del amor a Dios”. Siguiendo esa línea de Jorge Bergoglio, un joven de Las Ovejas decidió expresar ese amor de una manera real, concreta y con acciones que en este tiempo pascual beneficiaron a los adultos mayores de esta localidad del norte neuquino.
Se trató de Joaquín Guzmán, un joven y querido vecino, quien esta semana salió a las calles de su pueblo a regalar sonrisas, amor y un chocolate. El gesto causó admiración, alegría y felicidad en todos aquellos que fueron sorprendidos en sus tareas diarias y recibieron gustosos el presente que además de endulzar sus bocas sin lugar a dudas endulzó sus corazones. “Yo trabajo con adultos mayores y estoy a cargo de esa área a nivel municipal, pero más allá de esa función este gesto lo hice como un detalle de parte mía por qué los visito siempre y los quiero mucho”, le dijo el joven a Mejor Informado.
Marcar la diferencia
La triste realidad de los adultos mayores es que muchas veces pasan a ser desapercibidos y al estar en soledad se pierden muchos momentos de felicidad. Por esta razón, estos gestos suelen marcar la diferencia de manera sustancial.
“Yo trabajo con adultos mayores y estoy a cargo de esa área a nivel municipal, pero más allá de esa función este gesto lo hice como un detalle de parte mía por qué los visito siempre y los quiero mucho”, dijo el joven.
“Me pareció una linda idea regalarles un chocolate. Sobre todo porque estaba seguro que las Pascuas para ellos pasaron como un día cualquiera y nadie les había regalado algo dulce. Así que yo lo hice y de todo corazón”, expresó Joaquín. Más adelante y consultado cuales fueron sus sensaciones al ver las reacciones de los abuelos agasajados dijo que “me embargó profundamente la ternura y no pude evitar emocionarme al verlos tan felices con algo tan simple. Fue maravilloso”. Por último y a modo de consejo o sugerencia para todos aquellas familias que tengan un adulto mayor en sus casas: “Les pido que los valoren y que los hagan sentir importantes. Eso será impagable para ellos y lo sabrán devolver con un amor incondicional y eterno”, destacó.
La institución municipal de Las Ovejas desde hace muchos años habilitó una infraestructura edilicia a la que denominaron “Casa de los Grandes” y desde allí se gestan acciones de acompañamiento, recreación y contención a alrededor de 50 adultos mayores. Los condimentos esenciales de su funcionamiento son los frecuentes encuentros de camaradería y muchos viajes turísticos a distintos puntos del Neuquén.