La Kangooneta, el corazón móvil de la ONG Menos Bla y Más Amor, se fundió. Esa misma camioneta que recorrió incansablemente las calles de Neuquén repartiendo comida caliente, abrigo, curaciones, masajes e incluso cortes de pelo a personas en situación de calle, hoy necesita ayuda.
“Sucedió la semana pasada. Era la noticia menos esperada, pero ya está en el taller”, explicó conmovido Alejandro Riffos, presidente de la organización, en una entrevista reciente con AM550. El vehículo clave para el operativo nocturno de asistencia solidaria quedó fuera de servicio, y desde la ONG se las están ingeniando para juntar el dinero necesario para ponerlo nuevamente en marcha.
Lejos de rendirse, el equipo lanzó una campaña solidaria con un sorteo simbólico de un chivito, donde cada colaboración suma para alcanzar el presupuesto del arreglo. “Arrancamos con el sorteo de un chivo con un valor simbólico. La gente colaboró y estamos a poco de llegar al valor”, contó Riffos, emocionado: “El mensaje que nos deja la gente es que todo vuelve. Tengo un nudo en la garganta”.
El amor no frena
El trabajo no se detuvo. Aunque sin su herramienta principal, Riffos consiguió un auto prestado y sigue saliendo cada noche. “Lo hago porque amamos hacer esto, sino no lo haríamos. El trabajo sigue, repartimos un montón de donaciones”, aseguró.
La rifa se sortea el 24 de mayo, y todo lo recaudado por encima del valor necesario para la reparación será donado a una fundación que trabaja con chicos con discapacidad en Centenario. Un gesto que resume el espíritu de esta organización que no para de multiplicar amor.
Quienes quieran colaborar pueden comunicarse al 299 522 9056. “Bienvenido sea el que quiera sumarse”, invitan desde la ONG.
Porque la Kangooneta no es solo un vehículo: es una mesa caliente, un abrazo, una palabra de aliento en medio de la intemperie. Y hoy, esa misma Kangooneta necesita de todos nosotros para volver a rodar.