Lo que debía ser una tarde de fútbol femenino terminó en un verdadero escándalo. En la cancha del Club Almafuerte, en Valle Medio, durante un partido de la Liga Avellaneda de fútbol, un árbitro protagonizó un hecho de discriminación. En la cancha, la pelota dejó de rodar, pero la denuncia avanza porque ya está en manos de la Justicia.
El equipo visitante, Club Atlético Lamarque, ya había ingresado al campo junto a su cuerpo técnico. Pero antes del pitazo inicial, el árbitro, un hombre, paró todo y le apuntó a una de las integrantes del banco. Le ordenó que se retirara y la trató con términos despectivos. ¿La razón? Ser mujer.
Según relataron testigos, el árbitro usó términos humillantes hacia la mujer, generando una escena de indignación total en la cancha. Pero no fue una sorpresa: en otras ocasiones, este mismo referí ya había tenido actitudes similares hacia mujeres del equipo técnico.
La víctima no se quedó callada. Radicó una denuncia formal en el Juzgado de Paz de Luis Beltrán, donde detalló el abuso de autoridad y las expresiones machistas. También pidió medidas cautelares para que no pueda volver a hostigarla.
El juez actuó rápido. Le prohibió al árbitro cualquier tipo de contacto con la denunciante, ya sea por llamadas, mensajes o redes sociales. También le prohibió acercarse o realizar actos de persecución, amenazas o vigilancia. Si desobedece, podría enfrentar consecuencias penales.
La decisión judicial se basó en el Protocolo con Perspectiva de Género y en el Código Contravencional de Río Negro.