Con más del 70% de avance en su construcción, el nuevo edificio del Polo Científico Tecnológico de Neuquén comienza a mostrar su fisonomía definitiva. Vidrios azules, cuatro plantas conectadas por un moderno puente aéreo y una estética funcional que anticipa un modelo de ciudad orientado a la innovación y el conocimiento.
Enclavado en el corazón del Parque Industrial Este, este complejo no solo se consolida como una obra emblemática de la gestión urbana neuquina, sino también como una apuesta concreta por diversificar la matriz productiva en torno a la economía del conocimiento.
“Cuando lo presentamos con el intendente Mariano Gaido hace tres años, invitamos a los actores privados a sumarse. Hoy ya es una realidad con empresas trabajando, oficinas activas y proyectos que están empezando a rendir frutos”, expresó el secretario de Infraestructura y Planeamiento Urbano, Alejandro Nicola, en diálogo con AM550.
Un edificio que habla de futuro
El Edificio 1, actualmente en construcción, cuenta con 2.800 metros cuadrados de superficie cubierta distribuidos en cuatro plantas. Su diseño incluye un puente que lo conecta con el Edificio 2 —ya operativo— y contempla otro nexo futuro hacia el Edificio 3, cerrando así un conjunto edilicio integrado y pensado para el trabajo colaborativo.
“Desde lo arquitectónico ya se puede apreciar esa conexión entre el 1 y el 2. La cara sur ya está completamente vidriada y se colocó el piso. Estamos trabajando ahora en los cerramientos internos”, detalló Nicola.
Además de las tareas visibles, el complejo ya alberga empresas de base tecnológica que operan en un esquema flexible: “Hay oficinas preparadas para que las empresas vayan, desarrollen un trabajo y luego se retiren. Es un polo vivo, en movimiento”, agregó.
Conocimiento compartido: universidades y capacitación energética
Uno de los pilares del Polo es la articulación entre el sector público, privado y académico. Para ello, ya se firmaron convenios con cuatro universidades que tendrán sede en el complejo. El objetivo: promover la transferencia de saberes, la formación de talento local y la incubación de proyectos con base científica y tecnológica.
En paralelo, se avanza con el desarrollo de una sede del Instituto Vaca Muerta, liderado por YPF, que tendrá como misión capacitar a trabajadores del sector energético, aportando mano de obra calificada a uno de los polos productivos más estratégicos del país.
“El polo ya empieza a dar los resultados que buscábamos: una economía del conocimiento floreciente, con impulso y proyección a futuro”, afirmó Nicola.
Un nuevo ADN para la ciudad
La puesta en marcha del Polo Científico Tecnológico de Neuquén forma parte de una visión más amplia de desarrollo urbano y económico: generar empleo de calidad, atraer inversiones y posicionar a la ciudad como un nodo estratégico del corredor tecnológico patagónico.
Neuquén no solo es hoy capital de la energía, sino que busca convertirse en capital del conocimiento. Con obras que avanzan en tiempo y forma, empresas en funcionamiento y alianzas estratégicas con el mundo académico y productivo, ese horizonte ya no parece tan lejano.