Tras múltiples reclamos y situaciones de riesgo, el Ministerio de Educación anunció que esta semana comenzarán los trabajos de demolición del galpón abandonado ubicado en Tierra del Fuego al 900, en el corazón del barrio Belgrano de la ciudad de Neuquén. El inmueble, colindante con la Escuela N°207, representaba un peligro constante para la comunidad educativa y había sido escenario de varios incendios en los últimos años.
La autorización para ingresar al predio fue otorgada por el Juzgado en lo Civil y Comercial N°4 de Bahía Blanca, luego de un prolongado proceso judicial que impedía la intervención estatal. Con la posesión legal del lugar, el Ministerio podrá avanzar con las tareas de limpieza y demolición para garantizar condiciones seguras en el entorno escolar.
“Ya tomamos posesión del inmueble a través del permiso del juez. Ahora podemos ingresar y realizar las tareas necesarias para poner en seguridad la escuela 207”, explicó Luciano Saborido, director de Mantenimiento Escolar de la provincia. “Queríamos encontrar la solución para que los chicos no pierdan más días de clases. Había cuestiones que no se podían resolver porque nadie tomaba una determinación desde el juzgado federal. Se había hecho muy complejo todo”.
Antes de iniciar la demolición, se llevan a cabo tareas de desratización y desinfección exigidas por el Municipio, dado que el predio estaba deshabitado y acumulaba basura, roedores y restos de materiales peligrosos. Según Saborido, este lunes por la mañana se obtendría el certificado de limpieza para adjuntarlo a la documentación y así destrabar el permiso municipal final.
El plan de obra incluye la demolición de una pared, el cambio de cableado y el acondicionamiento integral del espacio. “Hay un trabajo previo hecho por un ingeniero que nos indica cuál es la hoja de ruta para poner en valor este inmueble. Se van a usar grúas y será un trabajo minucioso y meticuloso. De no mediar sorpresas, no habría problemas”, sostuvo el funcionario.
Los trabajos están previstos para durar entre dos y tres semanas. La expectativa de las autoridades es clara: que los estudiantes puedan regresar cuanto antes a la escuela y recuperar la normalidad en un edificio seguro y en condiciones.
Aunque el galpón pertenece a un privado actualmente en proceso de quiebra, la situación judicial se mantendrá abierta. El terreno, en algún momento, podría ser subastado. “Es muy difícil conocer los tiempos de ese tipo de intervención judicial, pero lo importante es que hoy podemos actuar y resolver lo urgente: la seguridad de nuestros chicos”, concluyó Saborido.