Todavía no amanecía cuando en Choele Choel dos vidas irrumpieron con urgencia en el mundo. Con apenas 29 semanas de gestación, las gemelas nacieron en un parto que alteró la rutina del hospital y de toda una región. La escena, se convirtió en una historia colectiva. Profesionales de la salud y la Policía de Río Negro tejieron una red invisible pero poderosa: una cadena humana y técnica que les dio una oportunidad. Una posta de vida.
La cesárea fue el primer eslabón y después había que trasladarlas. El equipo médico y de enfermería, conformado por las licenciadas Gladys Génova y Nati Manríquez, el chofer de la ambulancia José Molina, la doctora Daniela Espinosa, el pediatra Fabri Gómez, el doctor Ramos, el director del hospital Yeziel Díaz, las enfermeras Yanet Neira, Maite Peláez e Ivana García, y el obstetra Claudio, actuó con precisión quirúrgica. Una vez estabilizadas las pequeñas, comenzó el operativo de derivación hacia el Hospital López Lima de General Roca, centro de referencia en neonatología.
No estaban solas. La Policía de Río Negro, desde la Comisaría 8ª, organizó un acompañamiento ejemplar. A través de una posta perfectamente coordinada, los patrulleros escoltaron la ambulancia en un trayecto que atravesó Choele Choel, Belisle, Chimpay, Chichinales y finalmente Roca. Cada localidad recibió la posta y la entregó con el mismo objetivo: ganar tiempo, cuidar la vida.
“Fue un día atípico en el trabajo… atípico pero gratificante y emocionante, por agregar un adjetivo más”, escribió Yolanda Fresser, del área de derivaciones del hospital local. “Las buenas también se cuentan, excelente trabajo chicos”, agregó, emocionada.
La llegada a Roca fue con alivio. Las gemelas fueron recibidas en buen estado general, y quedaron internadas en la unidad de Neonatología para un seguimiento intensivo. Atrás quedó la oscuridad de la madrugada. Quedó, también, una historia que late fuerte entre quienes la hicieron posible.