Los referentes del PJ neuquino, Darío Martínez (presidente) y Oscar Parrilli (voz de Buenos Aires en la provincia) encabezaron un encuentro ampliado, que se realizó en las últimas horas, pero que tropezó en su intento de comenzar a delinear un frente “anti Milei”.
Lejos quedaron de las intenciones de transitar hacia una propuesta electoral. Por el contrario, lo que debía ser un punto de acuerdo terminó en disidencias y discordias, cuando Martínez dejó en claro que “los candidatos los pondrán Cristina y Máximo Kirchner”. Tal fue el descontento que generó dicha advertencia, que varios se fueron convencidos de que no formarán parte del armado.
Podría decirse que a Martínez le salió el tiro por la culata y que con eso arrastró tanto a Parrilli como al intendente de Cutral Co, Ramón Rioseco. Es que ahora se especula —y algunos hasta dan por hecho— que posiblemente habrá más de un par de expresiones peronistas en las legislativas de octubre. Por lo pronto, la queja —en respuesta a las mezquindades— fue fuerte. Y quedó ahí de mutar en portazo.
Se repetirá, entonces, lo que sucedió hace apenas un par de años cuando otros dirigentes se cansaron de las viejas prácticas (también de que los candidatos se repitan) y se sumaron al frente de partidos que conduce el gobernador Rolando Figueroa. La Neuquinidad se apoya en la horizontalidad, también en las construcciones, y no se expresa en contra de alguien, sino a favor de Neuquén.
Al fallido intento de conformación del frente “anti Milei” habían sido convocados no sólo gremios (en realidad, corrientes gremiales) sino también referentes de expresiones como Libres del Sur, Partido Comunista y Unidad Popular. Hubo ex diputados provinciales como Raúl Dobrusin, Alfredo Marcote y Luis “Pichi” Sagaseta.
También legisladores nacionales como Pablo Todero (diputado) y Silvia Sapag (senadora). Y hubo además una amarga sensación entre quienes fueron invitados, ya llegaron con esperanzas y se fueron desilusionados.