Vaca Muerta, ruta de vida o muerte
La ruta que conecta Neuquén capital con Añelo se convirtió en un símbolo del crecimiento sin control. A diario circulan miles de vehículos —muchos de ellos camiones de gran porte— por una traza que no fue diseñada para ese volumen. El resultado: choques, heridos y muertes evitables.
Pero ahora, el Gobierno provincial decidió actuar. Ya no con promesas de obras millonarias que nunca llegan, sino con medidas concretas para ordenar y controlar la circulación.
Las claves del plan provincial
El Ministerio de Seguridad y la Dirección Provincial de Vialidad activaron un plan de acción vial urgente, con foco en la ruta provincial 7 y los accesos al Parque Industrial y al corazón de Vaca Muerta. Estas son las medidas principales:
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Controles fijos y móviles en tramos de alto riesgo, con test de alcoholemia y verificación de cargas.
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Restricción horaria para tránsito pesado, en especial durante la mañana, cuando el flujo de vehículos particulares es mayor.
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Coordinación con empresas petroleras y de servicios para establecer protocolos de circulación.
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Campañas de concientización en empresas, escuelas y medios locales.
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Monitoreo en tiempo real del tránsito, con patrullajes preventivos en horas pico.
“No podemos seguir contando muertos”
Desde el Ejecutivo provincial fueron claros: la seguridad vial no es negociable. “Se terminó la improvisación. No podemos seguir contando muertos mientras discutimos de quién es la culpa. Hay que actuar, y ya”, señalaron desde Casa de Gobierno.
Estas medidas son parte de un nuevo modelo de gestión, donde el Estado interviene con herramientas operativas en vez de esperar que lleguen obras que dependen de Nación.
Las rutas no pueden ser campos de batalla
La circulación en la ruta a Vaca Muerta no puede seguir dependiendo del azar. Camiones sin control, sobrecarga, falta de coordinación entre actores del sector y ausencia de planificación estatal convirtieron los accesos petroleros en zonas de riesgo extremo.
El nuevo enfoque busca revertir esa lógica, con controles permanentes, decisiones políticas y una mayor presencia del Estado en territorio.
Entre la protesta y la gestión
En paralelo, mientras el Gobierno implementa este nuevo plan, crecen los reclamos de sectores como las gestiones obreras ceramistas, que esta semana volvieron a la calle para exigir respuestas. Aunque el reclamo es otro —reconexión del gas y apoyo estatal—, la pregunta de fondo es la misma: ¿a dónde deben ir los recursos? ¿En qué momento se prioriza la seguridad colectiva sobre los intereses sectoriales?