En Argentina, según el establishment político que gobierna, todo está bajo control. Eso no explica lo que sucedió el miércoles en la ruta 9, con un camión cargado de carne vacuna que, en una mala maniobra del conductor, volcó.
En cuestión de minutos, unas 11 toneladas de carne de lo transportado, se esfumó gracias a la embestida de la gente que circulaba por allí. En autos, a pie, en bicicleta, cargando medias reses sobre los hombros como expertos estibadores, los ciudadanos argentinos que cada vez ven la carne como más inaccesible, se apropiaron de más de la mitad de la carga, que, por cierto, era abundante.
El accidente ocurrió durante la madrugada del miércoles en la ruta 9 a la altura del kilómetro 1.543, cerca de Cabeza de Buey. Fue en ese lugar donde un camión Scania, que provenía de Santiago del Estero y que llevaba más de 23 mil kilos de carne (11 mil en el chasis y 12 mil en el acoplado), perdió la estabilidad mientras tomaba una curva, bajó a la banquina y volcó, según informó el diario El Tribuno.
Otras veces han sucedido hechos similares, pero la magnitud del ocurrido en Salta tiene pocos antecedentes, y contrasta con los hasta ahora infructuosos “esfuerzos” del ministro de Economía, Sergio Massa, por controlar precios y eventualmente bajarlos. En el caso de la carne, precisamente, se promueve ahora, para este mes y el próximo, una rebaja en cortes populares que recién está comenzando a instrumentarse y que en Neuquén y Río Negro todavía no se ha visto.
Los salteños, en este caso, fueron más drásticos: vieron la oportunidad de carne gratis, y dejaron de lado detalles como el respeto a la propiedad privada y otras menudencias, y arrasaron con la carga del camión frigorífico.