Romario reveló cual es la hinchada argentina más difícil

El presente de Romario está lejos del fútbol: a los 55 años, se sumergió en el mundo de la política, donde actualmente se desempeña como senador. Sin embargo, su pasado como delantero implacable resurge en cada entrevista. Ocurrió en una nota televisiva que le dio al programa Cara a Tapa, donde dejó varias perlitas de su pasado con los botines.

El ex atacante campeón del mundo con Brasil en Estados Unidos 94, y dos veces ganador de la Copa América, puede dar testimonio de las parcialidades a las que le tocó enfrentar tanto a nivel sudamericano como europeo. En su país jugó con las casacas del Vasco da Gama, Flamengo, Fluminense y América de Río de Janeiro. Fronteras afuera, triunfó en PSV Eindhoven, Barcelona, Al-Sadd de Qatar, Miami FC y Adelaide United de Australia.

“Sin dudas, la hinchada más difícil del fútbol brasileño es la de Corinthians. Muy dura...”, sentenció, una cuestión lógica dado que él siempre representó con sus goles al fútbol carioca y los paulistas padecieron su pericia dentro del área. Cuando le consultaron qué torcida fuera de Brasil más lo intimidó, puso la lupa en Argentina.

“Fuera de Brasil, la de River”, no dudó. Y amplió el concepto. “Qué hinchada más difícil, más dura allá. Del carajo... Todo el tiempo. Para mí, más dura que la de Boca, al menos es mi opinión, por lo menos cuando me tocó enfrentarla a mí”, firmó su mirada.

¿Cuándo se dio el último frente a frente con el Millonario? En la Copa Mercosur 2000 participó de una excursión de su equipo al Monumental. Y hasta ganó con amplitud por 4 a 1, con un gol suyo. Pero el aliento de la Banda le dejó huella, al punto de colocar a River como la hinchada “más difícil”.

Las palabras del Chapulín, claro, tuvieron resonancia en las redes sociales. Los hinchas de River lo adoptaron como embajador, mientras que los de Boca lo criticaron duramente. Hubo quienes incluso recordaron viejas declaraciones del delantero, en el que había destacado el fervor del hogar del Xeneize: “Jugué para Barcelona y Brasil por todo el mundo y en grandes estadios, pero nunca experimenté nada comparable a jugar en la Bombonera contra Boca. Es lo más cercano al infierno”.