TRAS LA FINAL
En Brasil la herida sigue abierta
Tite enojado con el resultado de la final dijo que su equipo quiso jugar pero el otro lado hubo anti-juego.
Ya pasaron dos días de la final de la Copa América que dejó a Argentina como Campeón de la competencia continental, pero las repercusiones siguen latentes y en este caso fue el entrenador del seleccionado brasileño el que salió al cruce.
La realidad es que dentro del campo de juego hubo una batalla deportiva que dejó como saldo 41 faltas en total (19 de la Argentina y 22 de Brasil). Por parte del seleccionado argentino hubo muchas infracciones contra Neymar, que fue receptor de faltas muy duras. A punto tal que los cinco jugadores argentinos (Montiel, Paredes, Lo Celso, Otamendi y De Paul) que terminaron con tarjetas amarillas, las recibieron por golpear al crack brasileño.
Luego de la derrota, Tite soltó una dura crítica contra el planteo argentino. “Hubo un partido pinchado... Queríamos jugar, pero lo que hubo fue anti-juego. Hacer faltas todo todo el tiempo, golpes, el árbitro... No hubo ritmo, queríamos jugar. La estrategia fue destrozar, finalmente”, se quejó.
Además tildó de “juego antiguo” el planteo desarrollado por Argentina. “Solo existe este factor al que quizás se refería César (Sampaio, su asistente), que es el juego antiguo, pero tenemos que repasar eso”, dijo.
Más allá de la crítica también elogió la dureza de la estructura de contención argentina. “Defensivamente es un equipo muy bien colocado, con un arquero que entró muy bien, con una línea de cuatro con calidad, un recambio importante. Vuelvo a decir: tiene mérito el otro lado”, agregó el DT de Brasil.
