El futbolista Pablo Marí fue apuñalado y se salvó de milagro

El futbolista español Pablo Marí, que fue apuñalado ayer en un supermercado a las afueras de Milán, se está recuperando favorablemente de las heridas que el cuchillo le causó en la espalda. Según explicó el Club Monza, institución en la que juega, después de haber sido cedido por el Arsenal, el defensa valenciano fue operado hoy por la mañana en el hospital Niguarda de Milán para reconstruir dos músculos lesionados por el apuñalamiento. “La operación ha ido bien y se prevé un ingreso hospitalario de dos o tres días”, señaló en un comunicado el Club que es propiedad de Silvio Berlusconi.

El consejero delegado del Monza, Adriano Galliani, que se trasladó inmediatamente al hospital para visitar al jugador, indicó que el equipo está “conmocionado” y contó que han pedido a los responsables de la Serie A que se aplace el partido contra el Bolonia fijado para el lunes. Según comentó el dirigente deportivo, el equipo se encuentra muy afectado por lo sucedido. “Tenemos un vestuario cohesionado y unido, donde todos son amigos”, dijo Galliani

Pablo Marí, ex Arsenal de Inglaterra y Flamengo de Brasil,  fue trasladado en helicóptero al centro médico, donde llegó consciente y pudo relatar lo sucedido. “Tuve suerte porque vi morir a una persona frente a mí. Estaba con el carrito con mi hijo y sentí un dolor insoportable en la espalda. Después de eso vi a este hombre apuñalar a una persona en la garganta, frente a mí”, expresó el futbolista a La Gazzetta dello Sport. También explicó que se encuentra bien.

Galliani informó también que, según los médicos, el buen estado físico de Marí evitó que la puñalada llegara al pulmón y tuviera mayores consecuencias para el defensa valenciano. “Si no tuviera músculos de atleta, probablemente el cuchillo se habría hundido”, dijo.

Cuando reciba el alta, Marí deberá iniciar un proceso de rehabilitación y guardar al menos dos meses de reposo antes de retomar la actividad física. Por lo que podrá regresar al campo de juego en unos tres meses.

El futbolista, que había entrenado por la mañana en el polideportivo Monzello,  como habitualmente, estaba pasando la tarde en el centro comercial Assago, en Milán, con su pareja y su hijo de cuatro años. Mientras paseaba por el supermercado, empujando un carrito de la compra en el que iba sentado el niño, un hombre de 46 años con trastornos mentales tomó un cuchillo en venta de las estanterías y lo apuñaló en la espalda.  El agresor hirió a otras cuatro personas, una de las cuales falleció de camino al hospital.

Según apunta el diario La Gazzetta dello Sport, el atacante fue detenido gracias a la intervención del exfutbolista Massimo Tarantino, que consiguió inmovilizarlo hasta que llegó la policía.

Tarantino, de 51 años, jugó como defensa en el Bolonia, en el Inter y en el Nápoles, dejó el fútbol en 2006 y se dedicó después a una carrera como gestor deportivo. “No he hecho nada especial, no soy un héroe”, declaró el jugador. Y explicó a los medios que el agresor “no hacía más que gritar”.