Platense sigue sin encontrar el aire en un Clausura que se volvió una pesadilla. El 3-0 frente a Gimnasia en Vicente López volvió a exponer las falencias de un equipo que nunca logró levantar cabeza y cerró otra fecha hundido en la irregularidad y la impotencia futbolística.
Pero lo peor llegó después del partido. Con los jugadores aún saliendo del campo, la tensión se trasladó directamente a la platea, donde el presidente Sebastián Ordoñez fue increpado por un grupo de hinchas que apuntaron contra él por el derrumbe deportivo y el desorden institucional del último semestre.
La discusión subió de tono en segundos: gritos, insultos, empujones y finalmente golpes, en una escena que quedó registrada en un video que se viralizó de inmediato. El episodio volvió a encender las alarmas dentro de un club que no encuentra tranquilidad dentro ni fuera de la cancha.
El contexto tampoco ayuda. Platense cerró el Clausura en el último puesto de la Zona B, con apenas dos victorias en 16 fechas y un rendimiento muy lejano a aquel equipo que unos meses atrás se consagró campeón del Apertura eliminando a River, Racing, San Lorenzo y coronándose ante Huracán.
El declive deportivo estuvo acompañado por un tembladeral en los bancos: la salida abrupta de Orsi-Gómez, el ciclo del Kily González que nunca terminó de arrancar y una racha de nueve fechas sin ganar que desmoronó la confianza del plantel. Con la llegada de Hernán Lamberti para el cierre, las respuestas tampoco aparecieron.
El choque de Ordoñez con los hinchas no es un hecho aislado. A comienzos de año había sido sancionado con derecho de admisión tras un episodio en la cancha de San Lorenzo. El nuevo incidente vuelve a poner sobre la mesa la tensión interna y la crisis de conducción que atraviesa al club.
