Leandro Paredes cumplió un mes sin sumar minutos oficiales en Roma, pero físicamente no tiene complicaciones, sino que la decisión obedece a un plan de ahorro por parte de su club actual para no pagar un precio extra al fichaje.
El campeón del mundo fue transferido en el 2023 desde el PSG francés a Italia a cambio de 12 millones de dólares, pero el particular contrato aclaraba que si al cabo de dos temporadas, el mediocampista cumplía 80 partidos oficiales, los romanos deberían abonar dos millones extras por sus fichas. Los famosos “objetivos”.
Así fue que el 13 de abril, en el clásico ante Lazio, Paredes formó parte del 11 inicial que dirige el italiano Claudio Rajneri que de inmediato no lo volvió a utilizar, aunque sí lo llevó al banco de suplentes. Curiosamente, allí se había completado el partido número 79 del argentino en su actual club.
Desde entonces, el equipo disputó cinco partidos y ganó cuatro, por lo que desde lo estadístico tampoco hubo mucho que reprocharle al DT por parte de los tifosis.
De esta manera, y con el Mundial de Clubes tan cerca, Boca vuelve a frotarse las manos por los servicios del futbolista formado en sus propias inferiores, pero dada la alta exposición que se vivió ante su posible regreso en el verano de Sudamérica, todo se mantiene con un bajísimo perfil.
La contra claramente es lo económico ya que el Xeneize se ha quedado con un plantel de alto costo que no cumple calendario por Copa Internacional y ya cuenta con figuras muy cotizadas. Ante las consultas periodísticas sobre el tema, fuera de declaraciones públicas, los miembros del Consejo han dejado trascender que no es una posición en la que se esté buscando algún refuerzo.