Chelsea derrotaba a Benfica 1 a 0 con gol de Reece James a los 19 minutos del complemento, cuando una amenaza de tormenta eléctrica activó el protocolo y se detuvieron las acciones a 6 del pitazo final, más el descuento, en la ciudad de Charlotte, Estados Unidos.
Era lo único que le faltaba a uno de los peores compromisos de este Mundial de Clubes que ha afectado particularmente a los de Lisboa, quienes ya habían sufrido por la misma detención en su duelo ante Auckland City por la fase de grupos. En lo que va del certamen, es el sexto cruce interrumpido por esta causa.
La primera información fue que 19:56 saldrían los equipos al campo de juego para reanudar el compromiso pasadas las 20. Primero está previsto un tiempo para que los jugadores regresen a los movimientos precompetitivos y luego el juez, Slavko Vincic de Eslovenia, de la orden de reanudación.
Sin embargo, como las condiciones meteorológicas no mejoran en Charlotte se dio una nueva orden de retrasar todos los plazos con los futbolistas que hasta las 20:07 no saldrán de vestuarios.
Finalmente, 1 hora y 45 minutos después de haberse suspendido las acciones, los futbolistas regresaron al campo de juego para cumplir con los movimientos precompetitivos y terminar con las acciones previstas.
Esta particularidad que se viene repitiendo en distintas ciudades estadounidenses responde a un protocolo civil del país anfitrión. Aseguran que si un rayo toca tierra a 8 kilómetros a la redonda del estadio, todos los plazos se retrasan 30 minutos.
Al tiempo extra
En caso de igualdad, la eliminatoria por los octavos de final irá al alargue, aunque para eso, el Benfica ha demostrado tener pocas ideas ofensivas como para alcanzarlo.
Di María sigue en campo, pero Enzo Pérez ya fue reemplazado por el lado del conjunto de la Premiere League a los 35 minutos del complemento por Dewsbury-Hall. Nicolás Otamendi, capitán de Benfica, es una de las principales armas por la vía aérea como para soñar con igualar la llave.