Carreras presiona y aún no firmó la convocatoria a elecciones

La región se ve envuelta en una masa de aire caliente, a causa de la ausencia de viento, con temperaturas máximas que superan los 35 grados. Pero ni el calor insoportable de mediados de diciembre sirve para descongelar la relación entre la gobernadora Arabela Carreras y el senador y candidato a reemplazarla, Alberto Weretilneck. La seguidilla de apariciones públicas juntos, luego de la asamblea de renovación de autoridades del partido quedó en el pasado. Ambos esperan los gestos del otro que no llegan pese al inminente comienzo oficial de la campaña electoral para las elecciones del año próximo.

El Círculo Italiano de Cipolletti lució a pleno, embanderado de verde y con Weretilneck como figura principal. La excusa para que el senador se muestre con quien será su compañero de fórmula Pedro Pesatti fue el cumpleaños del Movimiento Patagónico Popular. El mismo MPP que supo tener como figura principal al fallecido Rudy Salto, quien soñó hace varias décadas que Río Negro podría ser gobernada por una fuerza provincial como sucede en Neuquén con el MPN.

En la mesa principal, Weretilneck estuvo acompañado por los hermanos Elbi y Nélson Cides y el ministro de Gobierno Rodrigo Buteler. Pero la sorpresa fue la presencia del intendente de Viedma Pedro Pesatti, quien llegó a Cipolletti especialmente para el festejo y para mostrarse nuevamente juntos. Otro extrapartidario que compartió la mesa fue el legislador Lucas Pica, un ex radical que desde hace varios años integra Juntos Somos Río Negro.

Aún la fórmula para competir por la gobernación no fue oficializada, pero todos los gestos indican que será Pesatti el compañero de Weretilneck, como sucedió durante el último mandato del cipoleño. Sólo resta la confirmación que deberá ser luego de que la gobernadora Carreras firme el decreto para convocar a elecciones, que debe ser con un mínimo de 90 días de la fecha elegida.

La controversias entre Carreras y Weretilneck giran en torno a diferentes temas, pero sin dudas que la ausencia de la mandataria en el almuerzo partidario para juntar la tropa cipoleña no hizo más que remarcar las diferencias entre ambos. Aunque las encuestas son favorables en lo que sería un camino sin sobresaltos del actual senador hacia la Casa de Gobierno por tercera vez, hay detalles que aún no están resueltos y que se deben afinar a la brevedad.

Si bien, en un momento desde el oficialismo provincial se puso en dudas la fecha de elecciones, Weretilneck ratificó la semana anterior que serán el 16 de abril. Aún hay margen para la firma del decreto de convocatoria, restan 119 días para que Carreras firme como se comprometió a hacerlo, pero entre otras cosas Weretilneck debe colaborar en el deseo de ella de ser intendenta de Bariloche.

Puntualmente el aparato provincial de JSRN debe salir a convencer concejales opositores para poder modificar la ordenanza electoral que fija la fecha en esa ciudad, hoy prevista para el primer domingo de septiembre cada cuatro años, sin superponerse con la fecha fijada por Nación y Provincia. Carreras pretende que no quede en medio de las PASO y las generales de octubre en las que se deberá elegir presidente. Para eso se debe modificar el Código Electoral, el proceso necesita la aprobación por mayoría simple, pero para incorporar el tratamiento sobre tablas, es necesario mayoría especial de 8 ediles. 

El oficialismo de JSRN tiene 5 concejales de distintos sectores: 3 del riñón del albertista Caros Valeri (ministro de Obras Públicas); 1 cercano al intendente Gustavo Gennuso; y el restante a Carreras. El Frente de Todos tiene tres bancas y además hay tres bloques unipersonales denominados Podemos Bariloche, PUL y Bariloche el Cambio. Por ahora no hay apoyo interno y opositor para cambiar de fecha.

En tanto, las mediciones le dan tranquilidad a JSRN para poder retener la gobernación. Weretilneck cuenta con una intención de voto, que de acuerdo al encuestador se acerca al 50% contra un magro 16 o 20% que tiene su competidor Aníbal Tortoriello, quien supo tener un 27% hace poco más de un año en las legislativas de medio término en la que consiguió su banca de diputado Nacional.

Al empresario cipoleño los consultores le marcaron un claro retroceso a partir de la confirmación de su compañero de fórmula, Juan Pablo Álvarez Guerrero, hijo del primer gobernador en el regreso a la democracia. Además de no contar con poder electoral propio, también generó repudio dentro de los que acompañan al líder del PRO Río Negro desde hace varios años.

La oposición en la provincia está dispersa al igual que el peronismo. Desde el kirchnerismo apoyan la alianza Más Río Negro encolumnado detrás del camporista Martín Doñate que impulsa el apoyo como colectora a la lista de Weretilneck. Por otro lado la reacción del sorismo se vio esta semana con la foto lograda con el presidente Alberto Fernández, de la que participaron varios dirigentes, entre ellos los hermanos Martín y María Emilia Soria y Silvia Horne, líder del Movimiento Evita, ex funcionaria de la cancillería del actual presidente. Precisamente, la dirigente que supo pasar por Montoneros en los setentas (de hecho uno de sus hijos es ahijado de Mario Firmenich), sería la candidata de ese sector del PJ con base en la municipalidad de Roca.

Otro que también lanzó su candidatura y asegura ser el representante del legado de Perón es Gustavo Casas, quien renunció al Distrito de Vialidad Nacional Río Negro para poder ir por la gobernación. 

Hay que ver cuál de estás tres facciones se queda con el sello partidario y cómo se las ingeniarán los restantes para obtener un partido que les permita llevar adelante la candidatura.

El panorama aparece como favorable para Weretilneck, sin embargo todos esperan ansiosos la firma del decreto de la gobernadora, que por ahora no aparece.