Murió el gran actor Sean Connery

El actor británico Sean Connery murió a los 90 años, según informó este sábado su familia, y se ha ido con él uno de los íconos del cine del siglo XX, un hombre que le puso rostro nada menos que a James Bond, pero que además protagonizó decenas de películas que quedarán en la historia grande del séptimo arte.

Hizo seis filmes con el personaje creado por Ian Fleming, y su figura, su forma de hablar, sus gestos, quedaron marcados para siempre asociados a ese personaje del mundo de los espías durante la guerra fría. Sin embargo, Connery fue más que eso. Fue un actor potente, expresivo, seductor.

Lo demostró en muchas películas. En El Nombre de la Rosa, por ejemplo. O en el inolvidable policía de “Los Intocables”, película en el que le robó protagonismo al entonces en ascenso Kevin Costner.

Ese hombre que ha muerto a los 90, comenzó su andar en un humilde barrio de Edimburgo. Thomas Sean Connery fue el hijo primogénito de Joseph, algunas veces obrero, otras camionero y siempre católico; y de Effie, una empleada de limpieza de religión protestante.

Cuando tenía 20 años, desempleado como estaba, fue recomendado en el King’s Theatre. Y allí, empleado telonero, siempre detrás de bastidores, descubrió que ese era su mundo, el de la escena. Y a los 27 le llegó su primera gran oportunidad en el cine, cuando el director de la BBC, Alvin Rakof, buscaba el protagonista masculino de Requiem y una actriz le sugirió contratarlo porque “a las mujeres les gustará”.

Desde ese momento hasta hace relativamente poco, Sean Connery fue garantía de eficacia para el público. Porque fue de esos actores que “recomendaban” a la gente la película en la que participaban. “Fui a ver una película con Sean Connery” era una expresión común, pero que muy pocos actores han logrado.