Una de las más tiernas, pero también más tristes imágenes es esta de los corgis de Isabel II. Las mascotas han participado, a su manera, en el adiós a su dueña, que tanto les mimaba y consentía. Los dos perros, que a partir de ahora vivirán con el príncipe Andrés, esperaban pacientes en Windsor la llegada del féretro de la monarca.
El cortejo se ha dirigido a la capilla de San Jorge, que es donde la reina Isabel será enterrada tras un breve servicio religioso en su memoria, pero antes los perros y Emma, el caballo favorito de la Reina, han podido verla pasar. A lo largo de toda la jornada el recuerdo de Isabel ha estado muy presente y sin duda la aparición de sus más fieles acompañantes es una manera más de homenajearla.
Muick y Sandy vivirán a partir de ahora con el príncipe Andrés y su exmujer Sarah Ferguson en Royal Lodge, en Windsor. La expareja sigue residiendo en la misma vivienda a pesar de su separación y son ellos quienes cuidan a estos dos perros, que fueron un regalo para la Reina después de la muerte del duque de Edimburgo.
Se decidió Isabel a sumarlos a su gran familia perruna a pesar de que la idea de que sus mascotas la sobrevivieran no le gustaba. La compañía y cariño que le brindaban fueron sin duda alicientes más que suficientes para aceptar este regalo, que ahora regresa a su hijo, que lo hizo en su momento con tanto cariño.